Nikola Vukcevic ya no es el único pivote defensivo a las órdenes de Paco López. El Levante UD anunciaba ayer la incorporación con la carta de libertad de Nemanja Radoja, un fichaje necesario en el apartado deportivo para apuntalar el centro del campo de los de Orriols que, sin embargo, abre un nuevo problema para la entidad, en este caso financiero. El conjunto granota afronta desde hace semanas la necesidad de liberar espacio en su masa salarial de cara a cumplir con las condiciones económicas impuestas por LaLiga, una circunstancia que empeora con la incorporación del jugador serbio pese a que esta haya sido a coste cero. Sin el necesario espacio salarial su presencia en los onces será imposible, mismo caso que ya experimentó en la jornada inicial en Mendizorroza Óscar Duarte.

A menos de dos semanas de que se cierre el mercado, el Levante tiene una situación complicada de gestionar. Tras realizar ocho incorporaciones en las que se han invertido 15 millones de euros -cifra a la que se suma los gastos derivados por incorporar jugadores que acababan contrato como Clerc, Miramón o Hernani o la renovación el pasado curso de José Campaña, entre otros aspectos-, las ventas en la plantilla deberían haber servido para equilibrar un balance del fair-play que, en estos momentos es claramente negativo. Solo Chema y Rubén García han dejado dinero en caja, escasos ingresos para la tarea que con Duarte y Radoja se quiere efectuar. Los límites salariales mandan y, por ello, obligan a la entidad a dar de baja con urgencia a varios de los futbolistas que desde principios de la pretemporada no han contado en los planes para este curso. Antonio Luna, Sanjin Prcic, Cheick Doukouré o Armando Sadiku son las piezas de una operación salida que se mantiene sin cambios desde hace días.

Una incorporación de nivel

Como ya sucedió con el fichaje de Duarte hace unas semanas, la incorporación de Nemanja Radoja supone un salto de calidad para las filas levantinistas. Tras meses peinando el mercado nacional e internacional en busca de un mediocentro asequible en la parcela económica pero con conocimiento y experiencia al máximo nivel, el serbio se había convertido desde que se acercaran posturas a principios de este mes de agosto en el elegido para cubrir una de las posiciones sin recambio en la plantilla granota: la de pivote defensivo. Así y pese a tener otras ofertas encima de la mesa, el proyecto de Orriols ha convencido por completo al jugador que vestirá la elástica azulgrana hasta 2022.

A sus 26 años, el balcánico tiene experiencia contrastada en Primera División ya que ha disputado las últimas cinco temporadas con el Celta de Vigo con quien ha acumulado 146 partidos oficiales (115 en Liga, 12 de Liga Europa y 19 de Copa del Rey). A estas presencias se suma el desempeño del de Novi Sad con su selección, siendo un habitual de las categorías inferiores de Serbia hasta su paso a la absoluta en 2016.