La valenciana María José Silvestre no sólo fue la primera española en competir en las 24 horas de Le Mans de ciclismo, sino en ganar la dura prueba. Se trata de la meca del ultraciclismo, con 540 equipos en pista y donde participan unicamente 80 solitarios. La ciclista de Bocairent se enfrenó a la incertidumbre de correr en una pista nueva y frente a rivales desconocidas. Pero la experiencia de Maria José Silvestre, subcampeona de España de la especialidad con 53 años, le sirvió para ganar una carrera que luchó desde el primer minuto. «Le decido la victoria a todas las mujeres que practican algún deporte y en especial a las que practican el ciclismo», asegura.

La espectacular salida tipo Le Mans, con los ciclistas corriendo hasta sus bicicletas, inició las hostilidades desde el primer minuto. Silvestre se fijó como objetivo una prueba de marcaje con la favorita Gina Cleere, ganadora de las dos últimas ediciones. El calor, con cerca de 34 grados, favorecía a la española,que vio como «la inglesa consumía muy deprisa las reservas de agua».

Los cuatro bidones que llevan los ciclistas solitarios fueron muy bien gestionados por Silvestre, que a las 6 horas ya iba en cabeza con dos vueltas de ventaja. « Pero no es hasta las 12 horas de carrera cuando me doy cuenta de que puedo ganar. Pero también que puedo perder por cualquier error. Intentamos no dejar nada al hazar. Hasta el agua nos la llevamos de casa para no tener ninguna intolerancia en el estómago», explica. «Cuando faltaban 3 horas para el final ya sabía que iba a ganar. Pero desde boxes me indicaron si quería batir mi marca de 600 kilómetros de Cheste. Hicieron una programación Para rodar a 27 km/ hora. No parece muy rápido, pero cuando llevas 21 horas ...», añade.

«Te puede pasar de todo, en estas pruebas no hay nada seguro, verte en una caída, tener un bajón de energía o un corte de digestión, sin contar con los problemas mecánicos», confesó Silvestre al término de la carrera. «Las 3 últimas vueltas fueron agónicas, me asfixiaba y no tuve fuerzas para levantar los brazos al pasar por meta», explicaba ayer, mucho más sosegada. En ese último tramo se había quedado sin agua.

La posibilidad de marcar un nuevo récord personal por encima de las 600 kilómetros le dio fuerzas a la valenciana, en un esfuerzo titánico, y ya rodando sin energías.

La decisión de la ganadora fue drástica: «No parar en boxes y perder los 2 minutos por vuelta aunque me asfixiaba del calor y el esfuerzo, pero al final completé 636 kilómetros con 28 vueltas de ventaja sobre la segunda».

Una marca superior a 600 kilómetros a los que nadie llegó en años anteriores. La valenciana reconoce que «ha subido al mismo podio que lo han hecho Alonso, Marc Márquez o mi vecino Nico Terol, hemos trabajado mucho durante todo el año, ahora dejaré de lado la bicicleta un tiempo para recuperarme», afirma.

Siete años de preparación

Muchas son las dificultades que superó María José Silvestre para adjudicarse la victoria en Le Mans: «La incertidumbre de un circuito que no conocía, el desplazamiento de 1.200 kilómetros hasta Le Mans en furgoneta, las rivales a las que no conocía, ya sólo tenía referencias de la inglesa -que ganó en las dos últimas ediciones-. Y, por supuesto, la deshidratación final al quedarme sin agua», explica.

«Llevo 7 años preparando largas distancias, 5 en el Ultraciclismo. Quitándo el tiempo de descanso, tengo un trabajo en mi pequeña tienda de bicis que me ocupa todo el día, y salgo a entrenar de madrugada, a la hora de la comida o por la noche», afirma la ciclista valenciana.