El exceso de jugadores en la primera plantilla y el consecuente desfase en el fair-play financiero, superior a los dos dígitos a principios de pretemporada y en torno ahora a los cinco millones, sigue marcando el día a día de la planificación deportiva de un Levante UD pendiente todavía de los acuerdos por Róber Pier y Bono y al que todavía le queda lastre por soltar. A cuatro días del cierre del mercado, las próximas horas son claves para desatascar definitivamente la operación salida, lo que automáticamente significará la inscripción en LaLiga de Nemanja Radoja, fichado pero ni siquiera presentado oficialmente por los problemas con el fair-play financiero. En Orriols confían en que su ficha esté tramitada antes del partido del próximo sábado contra el Valladolid, si bien la decisión de si finalmente va convocado o no será de Paco López.

Luna es el descarte que más cerca está de concretar su salida después de que el club le haya dado permiso para que no vuelva a entrenarse. El balear, apartado del grupo desde hace semanas en los entrenamientos con balón, ha apurado al máximo para recalar en otro equipo de Primera División. Sin embargo, el Granada no ha movido ficha por él y en este momento sobre la mesa sólo tiene opciones de Segunda (Rayo Vallecano, Girona y Málaga) y una del extranjero (Celtic de Glasgow).

En una situación casi calcada se encuentra Sanjin Prcic, cuyo futuro vuelve a apuntar a Francia tras haber estado ya el último medio año cedido en el Estrasburgo. El bosnio, por el que la idea inicial era rascar un traspaso de alrededor de 4 millones, tiene como en el caso de Luna una de las fichas más altas de la plantilla (1,3 millones brutos) y eso ha sido el principal impedimento para su salida. El Bolonia, que se perfilaba como uno de los clubes más interesados, terminó por no mover ficha pese a la insistencia desde Italia.

También bastante próxima está ya la solución para Doukouré, quien sin ofertas de Primera ni opciones viables en Francia se encuentra a un paso del Málaga. El club costasoleño, que tenía como prioridad a N'Diaye, preguntó por él el pasado invierno y ahora ha reactivado su interés. En este caso su ficha es más asequible, aunque en el centro del campo granota no tiene cabida con la competencia de Radoja y Vukcevic. Aunque ya tiene el alta médica, la lesión que lo ha tenido apartado de los terrenos de juego ha sido otro contratiempo para encontrarle acomodo.

En caso de cerrarse estas tres salidas sólo quedarían pendientes las de Armando Sadiku, Iván López y Fran Manzanara. De estos tres descartes el que más lastra el fair-play levantinista es el del delantero albanés, por el que se desembolsaron 1,2 millones de traspaso. Por su parte, Iván contempla la posibilidad de quedarse pese a la competencia de Coke y Miramón si no se concreta ninguna alternativa interesante después de su última lesión y Manzanara, debido a los problemas del Ponferradina también con su margen financiero, está a la espera de que se concrete un destino en Segunda.

Coke, lesionado

En el apartado deportivo,el Levante sufrió ayer un contratiempo en su zaga de cara al choque ante el Valladolid. Coke Andújar tiene una lesión muscular grado 1 que afecta a la musculatura pelvitrocantérea izquierda, un problema que le impedirá estar disponible para entrenar a las órdenes de Paco López entre una semana y diez días, según indicó el club en un comunicado.