Después de recuperar las buenas sensaciones con una victoria de autoridad ante Serbia, la selección española se enfrenta a su primera eliminatoria a muerte súbita esta tarde a las 15.00. El combinado español se juega ante Polonia el pase a semifinales del Mundial y una posible clasificación directa para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que dependerá de que solo haya otro equipos europeo entre los cuatro mejores del campeonato.

Para ganarse el derecho de luchar por las medallas España tendrá que pasar por encima de Polonia, un conjunto sin estrellas internacionales ni grandes nombres, pero que a base de solidez defensiva y una aportación ofensiva muy repartida ha conseguido imponerse a conjuntos como China, Costa de Marfil, Venezuela, e incluso a la fuerte selección de Rusia. El equipo dirigido por el estadounidense Mike Taylor ha demostrado ser un bloque serio, capaz de plantar cara a rivales de mayor rango, aunque todavía parece estar lejos del nivel de los grandes aspirantes a hacerse con la Copa del Mundo. Prueba de esto es su último partido contra Argentina, en el que el veterano Luis Scola, con 21 puntos, destapó las debilidades del juego interior de los polacos.

Pese a destacar por su juego coral, los principales valuartes de Polonia están en el juego exterior. A.J. Slaughter, nuevo base del Real Betis; Mateusz Ponitka, escolta del Zenit de San Petesburgo y Adam Waczynski, alero del Unicaja de Málaga son los responsables de casi el 50 % de los puntos de la «revelación» del torneo.

El camino de la selección española y de la polaca hasta los cuartos de final, pese a haber ser muy similar en cuanto a resultados, ha sido muy diferente en lo que a sensaciones se refiere. Los de Sergio Scariolo han logrado cinco victorias en los cinco partidos que han disputado hasta el momento, pero el juego español no acabó de convencer hasta este domingo, cuando cosecharon la última ante la todopoderosa selección Serbia. La gran actuación de Ricky Rubio dirigiendo el ataque y de Victor Claver comandando la defensa fueron claves para que España recuperara su mejor versión y recordara a la de las grandes citas pasadas. El valenciano volverá a ser clave en un partido en el que la defensa sobre los jugadores exteriores será un aspecto decisivo.

Serán especialmente importantes también las actuaciones de Marc Gasol y Willy Hernángomez, que se medirán bajo el aro a Damian Kulig y Adam Hrycaniuk, jugadores a priori muy inferiores a los pívots españoles, por lo que no deberían tener muchos problemas para anotar con facilidad y dejar en pocos puntos a los interiores rivales. Partido trampa para España, que está obligada a no cometer los mismos errores que ante Irán y Puerto Rico y demostrar que no solo sabe sacar el carácter ante rivales grandes. En juego: la clasificación para unos Juegos Olímpicos y la lucha por una nueva medalla.

España, en el cuadro «fácil»

La victoria ante Serbia no solo le ha servido a la selección española para esquivar a Estados Unidos. Si España vence se encontrará con el ganador del encuentro entre Australia y República Checa, dos rivales fuertes (especialmente el conjunto oceánico), pero que poco tienen que ver con los equipos que asoman por el otro lado del cuadro. Estados Unidos contra Francia y Argentina contra Serbia serán los otros dos cuartos de final. Cuatro de las selecciones con más estrellas y que están llamadas a luchar por todo.

Especialmente positivo sería para la selección española que Estados Unidos eliminara a Francia y que los argentinos hicieran lo propio con la selección serbia, ya que eso aseguraría la clasificación directa de los españoles a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Siempre y cuando los de Scariolo hagan hoy los deberes.