Estreno por la puerta grande del Valencia Basket en esta Liga Endesa y ante una Fonteta que disfrutó no sólo con la victoria, sino que se puso en pie en más de una ocasión para ovacionar el juego colectivo de un equipo que ofreció muy buenas sensaciones. Las mismas que dejaron hombres como Jordan Loyd y Guillem Vives, los mejores en el bando taronja, para pasar por encima por 89-68 de un MoraBanc Andorra incapaz de igualar la propuesta local sobre la cancha. El equipo taronja, dependiendo de como acabe este jueves el Herbalife Gran Canaria - Casademont Zaragoza, podría acostarse líder de la ACB.

Pocas sorpresas en los descartes respecto al pasado fin de semana en la Supercopa en el equipo de Jaume Ponsarnau. Y es que al margen del lesionado Maurice Ndour, el otro jugador descartado volvió a ser Quino Colom, aún falto de ritmo tras su poca participación en los últimos encuentros del Mundial. Con todo, el Valencia Basket entró al encuentro serio en defensa pero quizás demasiado nervioso e impreciso. Algo que se evidenció sobre todo con la tercera personal a Tobey por una técnica tras protestar una falta (14-16; min. 7).

Esa jugada junto a Jordan Loyd ejerció como despertador en los locales, que a partir de ese momento comenzaron a adueñarse del encuentro. Un triple sobre la bocina desde medio campo del escolta norteamericano advirtió de lo que vendría poco después (25-18; min. 10). El parcial de 11-2 y una acción que puso a La Fonteta en pie fue suficiente para sacar del partido al Andorra. Y es que el segundo cuarto fue un auténtico monólogo del Valencia Basket.

A la buena defensa el equipo sumó fluidez, frescura y acierto ofensivo. Ibon Navarro lo cortó de inmediato al comprobar como el choque se le empezaba a escapar (34-24; min. 14), pero ni por esas. Por entonces, Ponsarnau ya había dado entrada a sus doce jugadores disponibles para el encuentro. Una declaración de intenciones a la que sus hombres respondieron anulando por completo a su rival liderados por un Vives estelar (4/4 en triples por entonces).

El Andorra estaba completamente colapsado y los locales supieron leer esa debilidad para romper el encuentro tras instaurar una máxima renta de 23 puntos (47-24; min. 18). Las estadísticas hablaban por sí solas. El Valencia basket se fue hasta 34 de valoración en este segundo acto con un juego muy coral, mientras el equipo del Principado acabó con 0 (65-16). Difícil panorama el que se presentaba para el Andorra en una segunda mitad en la que los taronja partían 20 puntos arriba (47-27; min. 20).

De hecho, el partido acabó prácticamente ahí. La superioridad valenciana se hizo todavía más evidente con el paso de los minutos, llegando incluso a doblar a su rival en el marcador pasado el ecuador del tercer cuarto (62-31; min. 27). Más allá de eso, y del susto protagonizado por Vives tras un duro golpe con Diagné que no fue a más, el enfrentamiento ya ofreció muy pocas cosas. Como anécdota decir que todos los jugadores del Valencia Basket lograron anotar después de que Doornekamp anotase sus dos primeros puntos en el minuto 34 (76-51).