El Valencia Basket no ha podido comenzar mejor la temporada en la Liga Endesa. El cuadro «taronja» no dio ninguna opción a un Andorra que llegaba a la Fonteta con la vitola de ser un bloque bien construido y correoso. El conjunto de Ponsarnau jugó serio y se mostró sólido en defensa y suelto en ataque con la fuerza del grupo para desarmar a su rival en el segundo cuarto y saber administrar su ventaja en la segunda mitad son bajar ni mucho menos su rendimiento en la pista.

Todos los jugadores tuvieron minutos en el choque y lo aprovecharon muy bien con protagonismo anotador de los doce integrantes, una de las grandes noticias que sin duda se llevó ayer el técnico «taronja». Quino Colom fue el descarte técnico y aunque el andorrano está a las puertas de entrar en el equipo, Ponsarnau maneja un plantel polivalente en el que los fichajes se han adaptado muy bien. Si en Madrid fue Marinkovic en el que acaparó los focos frente al Barcelona y Motum el que logró el concurso de triples, Loyd fue la nota agradable. El estadounidense ofreció un buen recital anotador con descaro y fe.

Un segundo cuarto decisivo

El encuentro comenzó igualado con los ataques imponiéndose a las defensas. El Andorra con una buena dirección de Hannah y la contundencia de Diagne bajo los aros aguantaba unos buenos minutos del Valencia Basket que tuvo en Vives a su jugador más destacado en lo anotador aunque con la aportación colectiva por bandera (12-8). Una técnica a Tobey obligó a Ponsarnau a modificar su guión del encuentro ya que el estadounidense se cargó con tres faltas personales, situación que iba a marcar mucho la rotación del juego interior «taronja». Esta acción propició que el juego del perímetro cobrara una mayor incidencia y ahí emergió la figura de Loyd. El estadounidense aprovechó bien los espacios generados en la defensa andorrana para anotar dos triples consecutivos que dejaron a los valencianos con su máxima renta al final del primer cuarto (25-18). Las acciones del exjugador de los Raptors enseñaron la senda a sus compañeros que con un juego rápido y una defensa dura comenzaron a desbordar a un Andorra incapaz de frenar el caudal anotador de los valencianos y de mostrarse muy poco acertados de cara al aro (37-24). Las rotaciones de Ponsarnau, que dio minutos a todos sus jugadores en la primera mitad, no minaron el potencial y la intensidad de su equipo que al final logró un implacable parcial de 22-9 para dejar el encuentro muy encarrilado al descanso (47-27).

El Andorra, al contrario de lo que podía pensarse, no mejoró ni cambió tras el paso por los vestuarios, mérito también de un Valencia Basket que siguió infalible, firme y con una velocidad de crucero difícilmente alcanzable. Un inspirado Loyd disparó a los valencianos con su máxima renta en todo el choque (62-31). El Andorra tan sólo encontró al francés Sy como único jugador para sacar algo de orgullo y minimizar algo la desventaja al final del tercer período (66-44). Con ya todo totalmente sentenciado, Ponsarnau aprovechó los últimos minutos del partido para dosificar esfuerzos en sus hombres. El equipo de Ibon Navarro a base triples y acciones individuales maquilló algo sus malos números, mientras que los «taronja» encontraron todavía acciones espectaculares de la mano de Abalde y Labeyrie para hacer disfrutar algo más si cabe a unos aficionados que disfrutaron de una placentera velada de baloncesto en la Fonteta. Esto no ha hecho más que empezar, pero indudablemente hacerlo con buen pie es la mejor manera con la que podía hacerse y con la solvencia mostrada todavía más. El domingo espera el Bilbao Basket de Rafa Martínez en el segundo capítulo de un largo serial.