El Valencia Basket encajó su primera derrota de la temporada en la Liga Endesa tras caer ante el Bilbao Basket. El conjunto «taronja» se vio penalizado por una primera mitad floja y falta de intensidad que aprovechó su rival para poner tierra de por medio. Jaume Ponsarnau necesitó muchos minutos para encontrar un equipo que compitiera y cuando lo encontró fue tarde y con un margen de error muy pequeño. El bloque bilbaíno jugó con el factor ambiental y supo sufrir para lograr una victoria que quizás no esperaban y que debe servir de alerta para los valencianos de cara al futuro. En una competición que cada presenta más igualdad cualquier mala salida a la pista es penalizada por cualquier equipo, y el Valencia Basket fue víctima de todo esto.

Situación al margen fue el reencuentro con Rafa Martínez. El escolta de Santpedor, en su primer duelo contra el que fuera su club, salió con una motivación especial a la pista y contagió de ese ánimo a sus compañeros y a la grada. Con el carácter de siempre el excapitán «taronja» firmó 16 puntos y 22 créditos de valoración, registros de órdago en los que demostró que todavía tiene mucho baloncesto que ofrecer. Su rendimiento eclipsó el debut con el Valencia Basket de Quino Colom, que apenas jugó cinco minutos en la primera mitad.

Dos cuartos para olvidar

El Bilbao Basket salió en tromba tras el salto inicial y, guiado por Rafa Martínez, los jugadores de Mumbrú encendieron las primeras alertas en un arranque fulgurante (9-2). El Valencia Basket seguía sin comparecer pese a las constantes rotaciones de Ponsarnau, y un triple en la bocina de Sergio Rodríguez escenificaba el mal primer cuarto de los «taronja» (28-18). Aunque las rotaciones podían otorgar ventaja a los de Ponsarnau al contar con un fondo de armario más completo el guión del partido no varió. Sólo Vives daba algo de aire a los valencianos aunque el enorme acierto del Bilbao Basket con Lammers como principal estilete ponía el choque muy cuesta arriba al descanso (53-34).

En la segunda parte Ponsarnau optó por la fórmula de situar a dos bases en la pista y que tan buen rendimiento le ha dado en otros encuentros. Vives y Van Rossom otorgaron algo más de aplomo al juego «taronja» aunque la debilidad defensiva era un problema que seguía sin solucionarse del todo. Con San Emeterio como líder, el Valencia Basket consiguió con un triple del cántabro ver algo de luz al final del túnel (61-50). Rafa Martínez salió al rescate de los suyos para estirar de nuevo la ventaja local con sólo un cuarto por disputar (71-57). En este último período se vio le mejor versión del equipo de Ponsarnau. Un parcial de 0-12 dibujaba un nuevo escenario en el que cualquiera podía ganar (71-69). En un momento de tranquilidad y sangre fría, el Bilbao Basket demostró temple en una situación total de sequía anotadora. La veteranía de Balvin y el acierto de Kulboka mitigaban los arreones de los valencianos que iban liderados por Vives y unos buenos minutos de Motum (78-74). En pleno de intercambio de golpes, la reacción se quedó sin tiempo y la victoria se esfumó.

«La primera parte fue un desastre»

El técnico del Valencia Basket se mostró muy claro cuando fue cuestionado sobre el juego de su equipo en los dos primeros cuartos. «Han sido un desastre, aunque luego hemos aprendido. Transmitimos al equipo que íbamos a jugar en una de las pistas más exigentes de la Liga Endesa y que teníamos que dar una respuesta de carácter», afirmó. Sobre Rafa Martínez también fue sincero. «El Bilbao Basket ha hecho un gran fichaje con Rafa. Va a ser muy protagonista en ese estilo que se quiere implantar aquí», concluyó.