El Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia condenó ayer a 6 meses prisión al futbolista amateur Josep Victoria por el amaño denunciado en 2016 por la UD Benigànim y LaLiga de forma conjunta, correspondiente a un partido del Grupo VI de Tercera División que engloba a los equipos de la Comunitat Valenciana, en un hecho sin precedentes hasta ahora. Al haber admitido la culpabilidad, la pena se ha reducido a medio año, lo que hará que el futbolista, al tener una condena inferior a 2 años y carecer también de antecedentes penales, no ingrese en prisión de forma efectiva. Eso sí, el jugador —que parte de aquella temporada militó en el propio Benigànim— ha sido también condenado a otros tantos meses de inhabilitación para ejercer actividades relacionadas con el deporte, tal y como avanzó ayer el portal especializado Iusport, así como multado económicamente y condenado a asumir las costas del proceso judicial.

Josep, ante las pruebas presentadas por la acusación —LaLiga con la colaboración inestimable de la que entonces era la cúpula de la UD Benigànim, actualmente ya desvinculada del club pero entonces presidida por Cuquerella—, admitió su culpabilidad y estaba citado ayer lunes a las 9:30 en la Ciudad de la Justicia de València, donde se dio a conocer de forma verbal la sentencia que debe ser comunicada de forma oficial en breve.

El juez tenía como pruebas una serie de mensajes de WhatsApp en los que el condenado proponía a compañeros de equipos forzar determinadas actitudes con las que se lucraba económicamente a través de apuestas deportivas, hechos que han quedado probados para el tribunal.

Acero, causa pendiente

La junta directiva de la UD Benigànim emitió el 5 de abril de 2016 un comunicado explicando que presentó el anterior 14 de marzo una denuncia por un presunto intento de amaño de un partido con la mencionada conversación de WhatsApp como principal prueba. Aquella decisión de la cúpula del Benigànim prolongó lo ya vivido apenas un mes antes cuando el Acero hizo lo propio, pero en su caso denunciando a algunos de sus propios jugadores. De hecho esa causa según fuentes próximas al club sigue abierta, aunque la incomparecencia de Omar, exguardameta del conjunto porteño y principal testigo, en la vista en la que debía testificar, ha hecho que no haya fallo todavía y que no tenga demasiados visos de acabar en una sentencia en firme.

Volviendo al Benigànim, la conversación digital que ha constituido la principal prueba de la acusación se mantenía entre el acusado que, según la denuncia sería quien habría planteado la posibilidad de dejarse marcar dos goles en la primera parte de un partido ante el Elche Ilicitano, y el también ya exportero del Benigànim, Juan Antonio Tejera, quien según sus respuestas se negó a entrar en el juego propuesto.

La entidad entonces presidida por José Enrique Cuquerella, desde el momento de la denuncia, se puso a trabajar de la mano con el gabinete jurídico de LaLiga con el objetivo de demostrar que muchas de las acciones supuestamente deportivas que perjudicaron aquella temporada al equipo y que le llevaron al descenso, no eran tal.