Con las bajas de Joan Sastre y la de última hora de Guillem Vives por una gastroenteritis aguda de origen infeccioso, el Valencia Basket afrontó el partido ante el Anadolu Efes como si de una final se tratara, Las derrotas ante el CSKA Moscú y el Olympiacos obligaban a reaccionar para no empezar a ver nubarrones sobre el futuro taronja en la máxima competición continental.

Y la intensidad mostrada en los primeros minutos demostró que el equipo había aprendido la lección. Con velocidad y acierto en el tiro, Van Rossom y San Emeterio llevaron en volandas a los taronja en los primeros instantes, hasta el punto de obligar a Ergin Ataman a parar el partido con un primer tiempo muerto con poco más de dos minutos y un parcial de 8-2.

Peters, Beaubois y Simon tomaron el mando en el Efes y el conjunto turco reaccionó hasta ponerse por delante 14-16. Pero tres triples consecutivos de Van Rossom, Abalde y Dubljevic devolvieron la tranquilidad a La Fonteta hasta llegar al 27-23 al final del primer cuarto.

Dubljevic empezaba a entonarse y se convirtió en una pesadilla para el rival en el segundo cuarto, que acabó con 12 puntos y 5 rebotes. Larkin, Simon y Peters seguían manteniendo a los suyos en el partido, aunque un triple de Colom y una canasta de Loyd abrieron una pequeña brecha a favor al descanso (46-39).

Una tranquilidad que duró poco en la reanudación. Micic y Larkin redujeron la diferencia a solo un punto nada más empezar la segunda parte y a pesar de un nuevo triple de San Emeterio, no tardaron en ponerse por delante en el marcador, con un Dunston que empezaba a hacer daño en la pintura y un inspirado Micic anotando con facilidad y repartiendo una asistencia detrás de otra (12 antes del último cuarto).

El 63-69 al inicio del último cuarto no dejaba margen a la relajación. Pero la intensidad taronja no venía acompañada de acierto cara al aro, hasta que de nuevo Dubljevic, el mejor local, recortó diferencias a los tres minutos (65.69). Con Labeyrie y Ndour, el Valencia Basket se hacía fuerte en defensa y al Efes le costó casi cinco minutos anotar su primera canasta con Simon.

Pero hacía falta puntos y Ponsarnau no tardó en meter a Dubljevic y Motum, junto a Van Rossom, Loyd y Markovic. Una apuesta a la desesperada que no fue suficiente pese a dos canastas de Dubljevic, con poco acierto cara al aro y Simon y Larkin que seguía tirando del Efes.

La tercera derrota ya era inevitable, pero Ponsarnau aún intentó el milagro con un tiempo muerto a falta de 54 segundos y 71-79 en el marcador. De nada sirvió. Micic y Simon sentenciaron desde la línea de tiros libres y un último triple de Motum y una entrada de Van Rossom tan solo sirvieron para recudir la diferencia hasta el 78-83 final.