En una semana clave para el Valencia Basket y para no ver peligrar el futuro de Ponsarnau en el banquillo taronja, el técnico podría recibir la buena noticia del regreso de Van Rossom, lesionado en el partido de Liga Endesa ante el San Pablo Burgos.

El belga ya enpezó a hacer trabajo individual de pista sin problemas y está previsto que este miércoles pueda incorporarse al grupo para probarse de cara a entrar o no en la convocatoria para Atenas o Murcia.

Y es que aunque la idea es no arriesgar lo más mínimo con Sam por sus precedentes de lesiones en la rodilla izquierda, lo cierto es que el base belga ha soportado bien las cargas de trabajo hasta la fecha y sus sensaciones son positivas, a la espera de probarse con el grupo en un entrenamiento de máxima intensidad.

Será entonces cuando el cuerpo técnico tome la decisión de su regreso o decida retrasarlo hasta el partido de Murcia o incluso a la semana que viene, teniendo muy presente la importancia de que vuelva al 100%, pero también la necesidad de contar con uno de los líderes del equipo en un momento en el que Vives y Colom no acaban de encontrar su mejor estado de forma ni la confianza necesaria en un momento crítico de la temporada.

El base belga, de hecho, es el más utilizado por Ponsarnau en lo que llevamos de temporada, con 21 minutos de media tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga, siendo el segundo jugador con mejor porcentaje de acierto en tiros de dos y el mejor asistente de la plantilla.