Nueva salida continental en la que se vuelve de vacío. El conjunto valenciano cosechó su sexta derrota de la temporada ante un Panathinaikos que sin hacer un gran choque superó a un Valencia Basket que realizó un buena segunda parte pero no le bastó para ganar. El descomunal trabajo de Loyd no bastó para asaltar el OAKA. Las caras de los jugadores reflejaron al final del encuentro la impotencia de un grupo que ha vuelto llevarse un golpe anímico serio tras haber tenido en la palma de la mano el triunfo. Ponsarnau queda muy debilitado.

El Valencia Basket volvió a salir a la pista excesivamente tierno en defensa y con muchos problemas para anotar. El Panathinaikos sin demasiadas estridencias y con conceptos muy básicos en un buen equilibrio entre el juego exterior e interior marcó las primeras diferencias en el marcador y pusieron a prueba la mentalidad de los «taronja» (9-2). Pese a este golpe el equipo de Ponsarnau no se vino abajo y con tesón y trabajo logró un parcial 2-11 para situarse por delante en el marcador (11-13). Los de Pedoulakis con un Thomas muy superior a Labeyrie primero y Motum después, devolvió la renta a los griegos quienes además se vieron beneficiados por tres tiros libres de Rice, en una falta muy polémica señalada a Vives cuando el base estadounidense no estaba en acción de tiro y que dejó una desventaja para los valencianos que no era para nada justa (26-18).

El segundo cuarto comenzó a encender las alarmas en el Valencia Basket. Jaume Ponsarnau seguía sin encontrar un quinteto fiable y el Panathinaikos con su segunda línea comenzó a ensanchar de manera peligrosa su ventaja tras dos triples prácticamente consecutivos de Pappas (38-25). El conjunto «taronja» adoleció de una dirección firme lo que propició unos ataques excesivamente trabados en los que tan sólo acciones individuales y algo anárquicas producían puntos. El bloque griego con las ideas algo más claras se marchó al descanso con una buena renta y gracias sobre todo a haber mostrado una mayor solidez en su juego (45-35).

Un querer y no poder

El Valencia Basket salió muy vivo en el tercer cuarto y espoleado por su tiro exterior gracias a dos triples de Loyd y San Emeterio que firmaron un buen parcial de 4-13 que sirvió para lograr el mayor acercamiento en todo el choque (49-48). Calathes asumió en un momento crítico para el Panathinaikos el protagonismo para los suyos. El base griego demostró liderazgo y efectividad para seguir manteniendo una ventaja local, favorecida por una técnica a Ponsarnau en otra decisión muy cuestionable de los árbitros (57-53). Un Jordan Loyd desatado se encargó de impulsar a los «taronja» y con un acierto tremendo consiguió con un triple devolver la ventaja en el marcador tras muchos minutos por detrás (61-62). No se amilanó el conjunto de Pedoulakis y a base de destellos de calidad de Rice o Thomas revertieron de nuevo la situación a la conclusión del tercer período (68-64). El Panathinaikos entró mejor en el último cuarto con un parcial de 5-0 que les dio un colchón que sentó una losa a los valencianos. Ponsarnau decidió sentar a un desdibujado Motum, y Loyd siguió siendo el referente ofensivo por excelencia aunque de nuevo el criterio arbitral y las acciones individuales de Calathes mantenían por delante a los de Atenas (82-75). Los últimos minutos fueron un querer y no poder. El Valencia Basket lo intentó de manera infructuosa y los pequeños detalles enmarcados en pérdidas de balón, canastas fáciles erradas y desajustes atrás bloquearon la segunda victoria continental. El crédito se queda en números rojos.