El nuevo panorama de la movilidad ha devuelto a la moto el protagonismo perdido durante los últimos años. La cruzada emprendida contra el automóvil en muchas ciudades ha provocado que muchos usuarios hayan vuelto la mirada hacia las dos ruedas (motorizadas), como una herramienta idónea para sus desplazamientos diarios. La libertad de uso para moverse por la ciudad, ahorrarse los inconvenientes de buscar una plaza de aparcamiento así como la economía de uso que supone frente al coche, sitúan a la motocicleta como una alternativa perfecta de transporte, además de un elemento de ocio con el que afrontar todo tipo de rutas tanto de fin de semana como de largos viajes.

No obstante, la recuperación de este sector ha venido acompañada de un notable aumento de conductores que han pasado de las cuatro a las dos ruedas sin ningún tipo de experiencia previa, animados por la posibilidad de conducir una motor de hasta 125 cc por el hecho de contar con el permiso de conducción B. Una situación nada recomendable y que, como reflejan las estadísticas, ha provocado un aumento de la siniestralidad.

En este sentido, la formación del conductor es la única vía con la que conseguir que el usuario novel, o aquellos que quieran mejorar su pilotaje, pueda alcanzar un estándar mínimo de seguridad y confianza cuando se ponga la manillar de su moto o scooter. Un proceso de aprendizaje que los programas formativos de las autoescuelas no ofrecen, pero que si se puede encontrar en empresas especializadas en cursos de conducción.

Seguridad, ante todo

La nueva reglamentación en torno a los permisos de conducción ha dejado claramente de lado a la moto. Raed El Masrit Martí, director de la escuela de conducción 1 Motor Experience, afirma que «estamos en los peores tiempos en cuanto a preparación del conductor». «Muchos conductores que vienen del coche no están preparados para subirse a una moto ya que pasan del entorno de una carrocería y cuatro ruedas a ponerse sobre dos ruedas y motores de 125 cc que pueden alcanzar unas más que notables prestaciones si ningún tipo de experiencia», afirma El Masrit.

Un escenario que el conductor puede evitar a través de los cada vez más numerosos programas de formación existentes en la actualidad. Estos cursos tienen un claro objetivo; conseguir la mayor seguridad y nivel de confianza de todo tipo de usuarios, independientemente de su experiencia y nivel de pilotaje, por lo tanto se intenta emular lo más fielmente posible las condiciones que uno se pueda encontrar en la calle o en la carretera.

Para ello, en cursos como los que imparte 1 Motor Experience, se utilizan trazados de tierra en los que es más fácil reproducir situaciones como las del derrapaje a una velocidad muy inferior a la que se necesitaría sobre asfalto, aumentando de esta manera de manera notable la seguridad. Además, se consigue de manera muy sencilla y rápida que el alumno experimente todo tipo de sensaciones y comportamientos de la moto, para saber como reaccionar ante un imprevisto.

Diferentes situaciones que se practican bajo la supervisión de experimentados monitores capaces de ofrecer el mejor asesoramiento basado en clases teóricas y prácticas de lo más útiles y divertidas.

Para todos los niveles

Tal y como asegura Raed El Masrit, «este tipo de cursos está abierto a todo tipo de usuarios, tanto el que nunca se ha subido a una moto como aquel más experimentado que quiere perfeccionar su pilotaje en pista y ser más rápido». Un catálogo formativo que parte de cursos de iniciación tanto para scooters como para motos con marchas, y que tiene en su punto más alto a programas dirigidos a profesionales.

De esta manera, los alumnos reciben una completa formación con el objetivo de interiorizar «el concepto de saber anticiparse a posibles situaciones», asegura el máximo responsable de 1 Motor Experience. Así pues, se trabaja en aspectos como la conducción en lluvia, la entrada y trazado de las curvas o la frenada de emergencia, entre otros. Todo en un entorno de máxima seguridad y bajo un concepto de «todo incluido», con el que disponer de la moto y todo el equipamiento necesario para poder disfrutar a fondo de la jornada.

Además, el catálogo de cursos incluye variantes de lo más diversas con las que poder adaptarse a las necesidades y nivel de conducción de cada usuario. Una inmejorable manera de aprender algo más de como se comporta cada uno sobre la moto para ganar en seguridad y disfrutar aún más del auténtico placer que supone la libertad en la movilidad diaria o el salir a la carretera para afrontar una jornada de ruta.

Dónde

1 Motor Experience

Las instalaciones de esta empresa ubicada en el entorno del Circuit Ricardo Tormo, en Cheste, cuentan con un divertido trazado de tierra para los cursos, además de un amplio programa formativo para todos los niveles, incluso para los más experimentados y pilotos profesionales.

Honda Instituto de Seguridad

Honda cuenta con un avanzado centro de formación en Santa Perpètua de Mogoda, Barcelona, donde imparte un completo abanico de cursos tanto para particulares como para sectores profesionales.

Escuelas de conducción Yamaha

La firma japonesa cuenta con cursos de formación en varios circuitos españoles como Motorland, Montmeló o Jerez.

KSB sport

Este centro de pilotaje también dispone de una amplia variedad de cursos para todo tipo de usuarios y edades con pretensiones de aprendizaje y competición.