El Levante UD entrega su proyecto a corto y medio plazo a Paco López y es que, su renovación hasta 2022 convierten al técnico de Silla en la nueva referencia del levantinismo. La imagen con la que el club anunció su renovación, en el vestuario y con el técnico de Silla por delante de las camisetas de sus jugadores, reflejan el nuevo rol de este en el club, similar a la que se le podría atribuir a Simeone en el Atlético de Madrid.

De esta forma, el Levante UD afianza su proyecto en la figura de Paco López desde el banquillo y apuesta por una forma de entender el fútbol que llegó a Orriols en marzo de 2018 como algo desconocido y que ahora, un año y medio después, sigue dividiendo a la afición granota entre fervientes seguidores y los más duros opositores.

Más allá de los problemas defensivos que llevan persiguiendo al Levante UD desde su retorno a Primera División, las habituales desconexiones durante los partidos o la postergación de los cambios hasta pasados los 60 minutos de partido, lo cierto es que Paco López ha logrado construir un equipo que, visto con perspectiva, tiene una identidad clara, valiente y en la que cree la grada y la plantilla.

El reto que se le presenta a Paco López en los próximos años es mayúsculo. En Orriols ya no vale con salvar la categoría, la afición ahora exige más (visto el potencial de la plantilla) y espera que el técnico de Silla logre afianzar al club en un escalón superior. Para ello, deberá encontrar una regularidad que, hasta ahora, se le ha resistido y volver a dirigir su proyecto hacia la imagen de sus primeros meses al frente del primer equipo.

Contrato escalonado

El nuevo contrato de Paco López, como adelantó Sin Tregua, ligará a este con el Levante UD hasta 2022, lo que le convertiría en el técnico más longevo de la historia granota. Este contrato, sin embargo, quedaría anulado con un hipotético descenso de categoría.

Además de prolongar la duración del contrato, la renovación también conlleva el aumento de su cláusula de rescisión, que pasa a cifrarse en 2 millones de euros, y de sus emolumentos, con carácter retroactivo.

Por último, en caso que el Levante UD quisiera romper el vínculo con el entrenador antes del fin de su nuevo contrato, debería indemnizarlo con la cantidad que le restase por cobrar a final de temporada y la mitad de la próxima. Es decir, si el cese se produjese esta temporada, se debería abonar el salario de este curso al completo y la mitad del próximo; en cambio, si la destitución fuese en la temporada 2020-21, se abonaría toda esa temporada y la mitad de su salario en la campaña 2021-22.

51 millones por televisión

Por otro lado, el Levante UD presentará en la próxima junta general ordinaria de accionistas del 16 de diciembre un presupuesto de ingresos para la temporada 2019-20 de casi sesenta millones de euros, de los que algo más de 51 millones proceden de los ingresos por los derechos de televisión.

Al mismo tiempo, el club valenciano también asume que venderá futbolistas por un valor de unos diecisiete millones de euros.

La cifra de 51 millones de euros por televisión prevista por el Levante es la más alta en la historia del club valenciano y significa un aumento de algo menos de dos millones de euros respecto a la cantidad obtenida en el cierre del ejercicio 2018-19.