Un inesperado parcial de 4-20 contra el Valencia Basket a los cuatro minutos de partido hizo saltar todas las alarmas en La Fonteta. Acostumbrada ya a las victorias después de las tres últimas ante el Bayern Munich, el Casademont Zaragoza y el Zenit San Petersburgo en casa, ni el más pesimista esperaba un parcial tan malo para empezar.

Shved, Jovic, Bertans y Booker destrozaban una y otra vez el aro taronja tanto desde el exterior como en la zona y Jaume Ponsarnau se vio obligado a pedir su primer tiempo muerto y a hacer los primeros cambios.

Y ahí cambió por completo la dinámica. El equipo empezó a correr más, Abalde aportaba un plus de intensidad y la conexión Quino Colom - Tobey empezaba a hacer estragos en la zona del Khimki, hasta reducir la diferencia a solo 6 puntos a pocos minutos del final del primer cuarto. Pero dos acciones de Kramer (se debió anular la segunda canasta por rebote legal) y una última canasta de Shved mantuvieron al equipo ruso por delante al final de los primeros diez minutos.

Pero el Valencia Basket había encontrado el camino, se veía seguro de poder concretar la remontada y un triple de Marinkovic en la reanudación dio aún más alas a los locales. La figura de Tobey comenzó a hacerse aún más enorme, imparable para los pívots del Khimki. Imposible aprovechar mejor la inspiración de un Quino Colom que a los 25 minutos ya sumaba 10 asistencias y 9 puntos.

Pero no fue hasta los últimos segundos del primer tiempo cuando los taronja pudieron ponerse por delante en el marcador, gracias a un triple de Jordan Loyd y a dos tiros libres anotados por Dubljevic (51-48).

Dubljevic, espectacular

El montenegrino siguió haciendo daño en la pintura tras la reanudación y tras cinco puntos consecutivos suyos, los taronja lograron su máxima ventaja hasta entonces (66-57). Antes habían sumado también Alberto Abalde y Colom.

Pero cuando mejor se veía el panorama, un parcial de 0-7 para el Khimki, con canastas de Jovic y Jerebko, metió de nuevo a los rusos en el partido. Ponsarnau daba descanso a Colom y Vives y Marinkovic (con un triple) dejaban por delante a los taronja al final del tercer cuarto pese a que el Khimki había llegado a ponerse por delante instantes antes tras una canasta de Gill (66-68).

Con 72-70 empezaron los últimos diez minutos, de nuevo con el capitán tirando del carro taronja. Pero el Khimki respondía con los triples de Jerebko y Jovic y se aferraba al partido. Pero de nuevo con Colom en pista, con Motum sumando, Loyd sin fallar sus tiros libres decisivos y Dubljevic imponente en la zona (18 puntos, 7 rebotes y 29 de valoración), el Valencia Basket cerraba su cuarta victoria en la Euroliga (89-84) y, al mismo tiempo, su cuatro triunfo consecutivo, todo ellos en La Fonteta.

Las dudas han desaparecido y el Valencia Basket de Ponsarnau puede permitirse incluso con soñar con algo más en la máxima competición europea, cuando hace unas semanas era colista.