Mateu Alemany y Pablo Longoria tenían claro que su delantero era Maxi Gómez. Era su primera opción porque es diferente a lo que tenía el equipo y sobre todo porque era precisamente lo que necesitaba el equipo, un rematador, un futbolista con alma de francotirador capaz de ir a la batalla solo y ganarla. Maxi no necesita un ejército ni una orquesta bien afinada detrás para hacer lo que mejor sabe hacer, marcar goles. Basta con que la pelota llegue al área y él se busca la vida y la remata. Y normalmente la remata entre palos, lo demás ya es cosa del portero. La temporada pasada terminó bien para el Valencia CF pero se hizo larga y sobre todo dura. Al equipo de Marcelino se le llegó a llamar el 'Empatencia' porque ganaba pocos partidos y empataba muchos. Y empataba muchos porque le costaba demasiado hacer un gol. En ataque estático era previsible y se atascaba. Los rivales lo sabían y jugaban con ello. Si no era capaz de adelantarse en el marcador para intentar rematar al rival a la contra, donde era letal, sufría mucho porque ninguno de sus delanteros -Gameiro , Rodrigo, Santi Mina y Batshuayi primero y Sobrino después- tenía la virtud de convertir en gol las muchas llegadas que el equipo generaba.

Una tarde, antes de un partido que el Valencia CF jugaba fuera de casa, Longoria y Mateu estaban juntos en el hotel y Pablo dijo «¿crees que Santi Mina querría volver al Celta de Vigo?». Si el delantero gallego aceptaba entrar en la operación, el fichaje era posible. De otra manera, el conjunto de Mestalla jamás podría hacer frente al pago de cerca de 40 millones de euros. Cuando Mina dijo sí la maquinaria se puso a trabajar. Había que convencer al delantero uruguayo pero sobre todo, era necesario conocerlo en persona. Por ello Longoria se plantó en Vigo para cenar en casa de Maxi junto a su familia. Le dio tiempo también a conocer mejor al hermano de Maxi, que no es su representante pero sí tutela la carrera deportiva del delantero, situación que aunque todavía no lo sabía, terminaría por ser crucial semanas más tarde. Allí, con los suyos, el entonces Jefe del Área Técnica del Valencia CF palpó las ganas de Maxi por triunfar, y se dio cuenta de que es un tipo ambicioso y vivo. Le dio tiempo también para captar los orígenes humildes de la familia.

Longoria obtuvo bien pronto el SÍ de Maxi Gómez y era el turno de Mateu Alemany, que debía negociar con el Celta de Vigo. Marcelino dio el visto bueno a la operación aunque inicialmente volvió a pedir el fichaje de Iago Aspas, y costó convencer a Peter Lim de la idoneidad del fichaje del uruguayo, pero finalmente también aceptó. Había cuorum, el delantero elegido era Maxi. Santi Mina llegó también a un acuerdo con el Celta de Vigo y por lo tanto faltaba el acuerdo entre clubes. Carlos Mouriño, presidente del Celta de Vigo y conocido por su dureza negociadora, lo puso complicado pero finalmente él y Mateu llegaron a un acuerdo. Maxi ficharía por el Valencia CF y Santi Mina regresaba al Celta. En la operación entraba también el defensa central Jorge Sáenz, que el conjunto de Mestalla había fichado del Tenerife en el mercado invernal. Pero cuando todo parecía hecho, entró en escena el West Ham de la Premier League que presentó una oferta mareante a Maxi Gómez y le dijo al Celta que estaba dispuesto a pagar los 50 millones de la cláusula de rescisión del delantero uruguayo. El dinero de la Premier League amenazaba con tirar por tierra en unos días todo el trabajo que el Valencia CF había hecho durante meses. Maxi tenía una oferta firme que era casi del doble de lo que iba a cobrar en Mestalla.

El plan del Valencia CF

Después de la zozobra y el pánico inicial, Longoria y Mateu no tuvieron más remedio que ponerse manos a la obra para tratar de encauzar la operación. Tenían que convencer a Maxi de que el dinero no lo es todo y de que para él y su carrera era más conveniente fichar por el Valencia CF aunque ganase menos. El mensaje que el uruguayo debía entender era que fichar por el club de Mestalla era invertir a futuro. No tenían otra opción e idearon un plan, Mateu era el encargado de hablar con el agente de Maxi al tiempo que neutralizaba al Celta de Vigo para que no negociara con el West Ham y a tal efecto contaba con un as en la manga, Santi Mina era el recambio de Maxi en Vigo, por ello convirtió al club de Pontevedra en un aliado. Si vendía a Maxi al Celta se quedaban sin Santi Mina. Marcelino habló directamente con el futbolista, y Longoria echó mano de contactos y de mucha imaginación para reconducir la situación.

La conexión con Bentancur

Por ejemplo, habló con Rodrigo Bentancur, centrocampista uruguayo de 22 años, que tiene una excelente relación con Maxi, porque han jugado juntos tanto en la selección charrúa absoluta como en categorías inferiores. Bentancur fue uno de los fichajes de Pablo Longoria para la Juventus, cuando el asturiano se dedicaba a captar jóvenes talentos para la Vecchia Signora. «Dile que el West Ham no se puede comparar con el Valencia CF, que aquí jugará Champions y podrá mostrarse al continente europeo en la mejor competición por clubes del mundo, dile que si es ambicioso de verdad, que revise la historia de ambos clubes y sobre todo, que sea capaz de entender que los grandes de Europa, los más poderosos, van a fichar jugadores del Valencia CF. Si su meta es triunfar de verdad en Europa, no lo demuestra si marcha al West Ham», le dijo a Betancur. Habló también con el hermano de Maxi. Cuando yo estaba en la Juventus no iba a fichar jugadores del West Ham, iba a ver a los del Valencia CF. Al West Ham lo utilizaba para venderle a los jugadores que mi entrenador no quería. En València hay la presión de un grande, una afición detrás que te exige ganar siempre y contra quien sea, y eso es precisamente lo que necesita Maxi para crecer. Los grandes de Europa se fijan en el Valencia CF, porque el que demuestra que no le pesa su camiseta, está preparado para cotas mayores. Las palabras de Longoria al hermano de Maxi Gómez fueron certeras y efectivas porque no solo convencieron al futbolista, convencieron al hermano para que una familia de origen muy humilde apostara por ganar mucho menos dinero. Maxi dijo «NO» al dinero inglés para jugar partidos como el que tiene el Valencia CF el miércoles en Mestalla, en la Champions, y ante los ojos del fútbol mundial. En Liga ha marcado seis goles pero todavía no se ha estrenado en Champions.