La visita anoche de Albert Celades a la sede de la Agrupació de Penyes Valencianistes (APV) simboliza la normalidad que en las últimas semanas el entrenador ha asentado tanto en el Valencia CF como en el entorno del club. Poco a poco, desde su llegada el 11 de septiembre en un contexto de máxima dificultad, el técnico ha ido ganándose a los principales agentes del valencianismo: la plantilla de jugadores y al aficionado. La descripción de Celades ha pasado de ser la de un técnico inexperto que, irremediablemente, evocaba episodios trágicos como los de Pako Ayestaran o Gary Neville a la del «inteligente» guía que ha tranquilizado el clima ambiental, mantiene en la Liga a tiro de la zona Champions y, sobre todo, ha colaborado en la primera clasificación para octavos de la Liga de Campeones desde 2013.

A pocos minutos de las nueve de la noche, la fuerte ovación con la que los peñistas recibieron al entrenador en las entrañas de Mestalla -allí se ubica la sede de la APV desde 1980- demostró la transformación que ha obrado Celades no sólo en los resultados, sino también en las opiniones y en los sentimientos de los fans. «Ni la pasada campaña ni en lo que llevamos de esta ha habido una cena de los peñistas con tanta expectación como en esta de Navidad. La gente está contigo», le dijo Fede Sagreras, presidente de la Agrupació, segundos antes de ceder a Albert el micrófono. El técnico no pudo quedarse demasiado tiempo porque poco después se acercó también a la cena navideña de los empleados del club. Sin embargo, el catalán se comprometió a una velada con los peñistas «antes del final de la temporada».

«Para mí, es un gran orgullo estar aquí con vosotros compartiendo un rato en estas fechas señaladas. Los periodistas me preguntan muchas veces qué significa la afición y significa mucho. Vosotros sois los que realmente movéis el club, sois el corazón del Valencia. Es lo más importante. Es la riqueza más grande que tiene el club. Y de una manera especial, los peñistas y gente afín al club. Para nosotros es muy importante ese apoyo de la afición, que sentimos, lo queremos y que nos hace seguir y no desfallecer», argumentó Celades, quien en otras ocasiones ha reiterado, cuestionado por cuestiones de estilo e identidad, que «el Valencia es de los valencianistas». «No tengo ningún ego en esto. Es el Valencia de todos los valencianistas. Nada mas».

El discurso de felicitación navideña del técnico continuó centrado en los aficionados. «Ambientes como el del día del Madrid nos ayudan mucho. Quiero haceros ver la importancia que tenéis para los futbolistas».

«Os tenemos mucho en cuenta. Ámsterdam fue una experiencia muy bonita y, para nosotros, vivirla junto a los que se desplazaron es algo más que celebrarlo en la intimidad del vestuario», añadió. El 10 de diciembre el Valencia CF festejó por partida doble la clasificación a octavos con los 1.500 valencianistas presentes en el Johan Cruyff Arena. Los jugadores volvieron a la hierba para cantar y festejar enfrente de la afición.

El «orgullo» es mutuo

En ese sentido, la sintonía y actitud de la plantilla para con la gente es uno de los puntos fuertes que han permitido al Valencia de Celades retomar el vuelo tras los tiempos difíciles que auguraban los cambios de septiembre. «Creo que debéis estar también muy orgullosos de los futbolistas que tenéis. Esta afición es muy especial y el club muy grande. Todas las aficiones piden por lo menos el esfuerzo de su equipo. Luego las cosas saldrán o no, pero los jugadores del Valencia se esfuerzan siempre, más allá del resultado. Por eso hay que sentir orgullo», prosiguió el míster de 44 años. Para Celades, «es un orgullo muy grande ser el entrenador del primer equipo del Valencia CF». «De verdad, gracias por vuestro ánimo, seguid así, si alguno viene a Valladolid nos veremos allí», acabó antes de ceder de nuevo la palabra al presidente de los peñistas.

Fede Sagreras brindó por rubricar el «genial final a 2019» mañana ante el Valladolid y por «un espectacular 2020». Preguntado por sus deseos para el próximo año, Celades se disponía a contestar cuando una sonora voz desde una sala abarrotada le frenó: «¡La Champions! ¡La Champions!». «Bueno, ojalá... por pedir. Sobre todo, deseo que tengamos salud en lo profesional y en lo personal para las familias y para los que tengamos cerca. Amunt!», sentenció el entrenador catalán del Valencia.

Desde principios de enero, los blanquinegros competirán en cuatro competiciones y la salud se antoja fundamental para un grupo campeón que ha sobrevivido a más de una adversidad en estos meses. La plaga de lesiones, sin ir más lejos, llegó a golpear al equipo con una decena de jugadores lesionados. Pero, como reza el lema de detrás de Celades mientras escribía en el libro de dedicatorias, «el Valencia siempre se levanta». En esos primeros momentos con los peñistas, Sagreras le dio la «bienvenida a la casa del valencianismo». Al acabar el acto lo hicieron todos. El técnico se fue agasajado, entre un sinfín de aficionados dándole la enhorabuena por el momento del equipo y queriendo fotografiarse a su lado.

Por otra parte, Maxi Gómez y Gameiro estarán recuperados para el jugar el día 4 ante el Eibar.