David Villa está bien y se le espera en el banquillo, como mínimo. El Guaje ha llegado entre algodones al partido más importante en la historia de Vissel Kobe, el último que jugará como profesional a sus 38 años. La final de la Copa del Emperador siempre es especial y en esta edición (número 99) todavía más. La cita servirá para inaugurar el Nuevo Estadio Nacional, centro neurálgico de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Más bonito, imposible. El público neutral va con Vissel Kobe, por el adiós de Villa y por la magia de Andrés Iniesta. El centrocampista subrayó el objetivo inmediatamente después de liderar el triunfo -con gol y asistencia- ante Shimizu S-Pulse en semis: El Guaje se tiene que despedir con un título.

El club de Kobe juega por inaugurar su palmarés, en la primera final desde su nacimiento. Como adversario tiene una de las potencias del fútbol asiático, Kashima Antlers, campeón de la Champions en 2018, ganador de la J1 League y de la Copa del Emperador en 2016. Hace tres años tuvieron su momento de gloria global ante el Real Madrid, al que llevaron al límite en el Mundial de Clubes de la mano de Gaku Shibasaki. El equipo ha cambiado bastante y ha perdido a Hiroki Abe (Barça B), Koki Anzai o Yuma Suzuki, por ejemplo, que han dado el salto al fútbol europeo. Kashima tiene la experiencia, el gen ganador... justo lo que van a aportar a Vissel Kobe figuras como Iniesta, Podolski o Thomas Vermaelen, que tampoco llegan al 100% en el apartado físico. La buena noticia para El Guaje y compañía es que Kashima está herido; arrancó mal, después llegó liderar la liga y terminó desmoronándose en las últimas cuatro jornadas, con derrota ante Vissel Kobe (1-3) incluida. Pese a todo han finalizado terceros, en posición Champions. Los especialistas dan opciones a Vissel Kobe y advierten igualdad. Go Oiwa es técnico interino. El gran Zico, que es director técnico, ya ha firmado a Antônio Carlos Zago (entrenador que ha conquistado la Serie B 2019 y el ascenso con Red Bull Bragantino) para el próximo curso. Las figuras son Shoma Doi (mediapunta, 10 goles más 10 asistencias) y Serginho (21 goles en total).

En condiciones normales, uno de los duelos de la final sería el Villa-Serginho. El Guaje se perdió la semifinal, pero ha firmado 13 goles en J1 League, uno más que el atacante brasileño. El paso del tiempo se siente en la energía del exvalencianista, pero no en su instinto. En ese sentido, ha sido una garantía de gol para Vissel Kobe. Esas 13 dianas le dejan entre los cinco máximos realizadores de la liga. Precisamente, la pegada es el punto fuerte de su equipo. No tienen una gran defensa, pero la ilusión, la motivación y el hambre son oro en este contexto.

Partido precioso y tradicional

Vissel Kobe también tiene su cuota de presión. De la mano de Rakuten (propietarios) han generado expectativas vía fichajes -como Sergi Samper- no correspondidas en el terreno de juego. El proyecto arrancó con Juanma Lillo, le sustituyó Takayuki Yoshida y han terminado con el alemán Thorsten Fink. En J1 League han concluido octavos, pero coquetearon con el descenso. La Copa del Emperador es prestigio, impulso y la oportunidad de entrar en la previa de la Champions.

La competición es una réplica de la Copa del Rey, aunque con espíritu británico: 88 participantes, equipos amateurs, partido único y una fecha muy especial para los japoneses: el 1 de enero de cada año. Día de vacaciones, jornada de reunión familiar, de acudir al estadio o disfrutar a través de la radiotelevisión nacional. Es una fecha sagrada. Por eso no se cambia, pese a que la temporada se juega de abril hasta la primera semana de diciembre.