La Fonteta vivió el fin de su racha de triunfos ante un Olympiacos que sigue invencible en el feudo «taronja». Los griegos, con mucho oficio, no se dejaron superar por el ímpetu de un Valencia Basket que quiso pero no pudo. El brillante partido de San Emeterio y Marinkovic, no tuvo acompañamiento de dos activos de envergadura como Abalde o Dubljevic, que además acabó lesionado.

El Valencia Basket tuvo problemas para anotar tras el salto inicial. Pese a tejer bien las jugadas ofensivas, el cuadro «taronja» no llegaba a culminar con canasta sus acciones, situación que el Olympiacos aprovechó para tomar el control con Papanikolaou como guía (2-8). San Emeterio fue la réplica en los valencianos. En un alarde de virtudes el cántabro acaparó con descaro los ataques del equipo para equilibrar el choque (8-8). El encuentro derivó en un intercambio de golpes que deparó todo igualado al final del primer cuarto (16-16).

El duelo se mantuvo por la misma senda durante el segundo período. El Valencia Basket a través del tiro libre y el Olympiacos, con muchos puntos desde la zona, mantuvieron una igualdad que tan sólo encontró las sacudidas desde el triple de Vives para desnivelar la contienda (27-25). El regreso a la cancha de Spanoulis y las debilidad defensiva de la pareja interior con Motum y Ndour propiciaron que los del Pireo retomaran sin demasiadas estridencias la iniciativa en el electrónico (31-39). El tiempo muerto de Ponsarnau mejoró la versión defensiva de los «taronja». catapultados por San Emeterio y los lanzamientos desde la línea del tiro libre redujeron la desventaja al descanso (36-39).

Los errores definen al final

El tercer cuarto tuvo el nombre propio de Koniaris. El que estaba destinado a ser un jugador secundario descentró a los valencianos con gestos que rozaban los antideportivo y triples inesperados. El base heleno comandó el primer estirón reseñable (43-53). Los de Ponsarnau no estaban por la labor de bajar los brazos y con el incombustible San Emeterio y la energía de Marinkovic se consiguió ajustar de nuevo el choque (55-58). El Olympiacos llevó todo al límite con protestas, faltas y decisiones arbitrales que no favorecieron los intereses valencianos. La consistencia de Printezis y un acierto anormal de Vezenkov dejaron a los griegos con ventaja de cara al último cuarto (63-70).

El período definitivo se movió por parciales. El Valencia Basket salió como un ciclón con Marinkovic como líder para poner las tablas (70-70). Reaccionó el Olympiacos gracias a su tiro exterior en el que Paul y Vezenkov hicieron de ejecutores para volver a comandar el marcador (70-78). No se vinieron abajo los de Ponsarnau que lograron ponerse por delante después de una canasta de Colom (79-78). El cuadro heleno se manejó mejor en los minutos de la verdad cometiendo menos errores que los «taronja». Fruto de la precipitación y también del cansancio el conjunto valenciano no aprovechó las oportunidades que ofreció el partido y claudicó ante un rival que acrecenta su leyenda de bestia negra en La Fonteta.