El Valencia Basket no faltará a su cita con la Copa del Rey y aunque tuvo que esperar hasta la última jornada lo certificó a la grande con una victoria sin paliativos ante un Joventut que fue de más a menos hasta sucumbir a la fortaleza de La Fonteta. Fueron muchos los actores que contribuyeron al triunfo «taronja» y ésa es precisamente una de las claves del éxito en el desenlace. La aportación coral redundó en un encuentro muy redondo tanto en ataque como en defensa. En una primera vuelta exigente, con el añadido de una interminable Euroliga, Ponsarnau ha conseguido el primer objetivo fijado en la competición doméstica sobreponiéndose a un año de adaptación continua y que ha penalizado cualquier mínimo despiste.

El encuentro comenzó eléctrico con un intercambio de golpes en forma de canastas por parte de los dos equipos que estuvieron mucho más activos en ataque que en defensa (8-8). Bajo la batuta de un firme Van Rossom y un motivado Abalde, el Valencia Basket tomó poco a poco la manija del choque lo que obligo a Carles Duran a pedir tiempo muerto para frenar el acelerón «taronja» (16-12). Un triple de Doornekamp ensanchó algo más la renta aunque dos errores consecutivos de Abalde, dieron aire al Joventut que recortó algo las diferencias a la conclusión del primer cuarto (21-16).

El conjunto catalán no le perdió ni mucho menos la cara al duelo en el segundo período imprimiendo sobre todo velocidad en su juego. El cuadro de Ponsarnau se vio obligado a replicar con la misma moneda, sabedor de que el desgaste sufrido ante el Olympiacos del pasado viernes podía pasar factura, y con un trabajo colectivo mantenía la delantera en el electrónico (27-25). El paso al frente de San Emeterio y Loyd volvieron a propulsar a los «taronja» en el ecuador del cuarto (32-25). El tramo hasta el descanso fue muy propicio para los valencianos que sobre todo encontraron muchos puntos gracias al acierto exterior. Hasta cuatro triples, dos de ellos con la firma de Dubljevic, aumentaron la ventaja de los de Ponsarnau que llegaron en muy buena situación de cara a la segunda mitad (48-37).

Segunda parte «taronja»

El Valencia Basket salió en la reanudación con el deseo de asegurar de manera definitiva su plaza en la Copa. Sastre, abandonó por unos momentos su rol de hombre defensivo, para convertirse en el estilete sobre el que se apoyaron los valencianos. El balear con tres triples dinamitó el encuentro y marcó una ventaja considerable (63-45). El Joventut se fue totalmente del choque. El equipo de Carles Duran comenzó a bajar los brazos, víctima del fuerte ritmo impuesto por los de Ponsarnau, lo que desembocó en un marcador muy clarificador al final del tercer cuarto (74-52).

Disfrutó de lo lindo la grada y el equipo en el último capítulo del partido. Desatado a nivel ofensivo y con muchas ganas de desquitarse, el Valencia Basket mantuvo su particular rodillo ante un Joventut desarmado y que era víctima de una derrota cercana al escándalo (82-54). Los últimos minutos fueron un coser y cantar para los «taronja» que siguieron alimentando sus estadísticas para reforzar su autoestima y hacer disfrutar a una afición que pese a lo se podía pensar, vivió con más tranquilidad de lo esperado, un triunfo que confirma que el proyecto sigue su camino paso a paso.