La tecnología del video arbitraje, el VAR, llegaba al fútbol para terminar con las polémicas y las injusticias arbitrales, pero en su segunda temporada, nada de eso ha sucedido. Al contrario, se ha aumentado la polémica y se mantienen las injusticias. Una tecnología que ha desnaturalizado el fútbol pero que como contrapartida no soluciona algunos de los problemas que debía enmendar. La aplicación del reglamento vuelve a parecer arbitraria en aquellas situaciones que no son matemáticas -algo estrictamente objetivo e irrefutable- como son los fueras de juego o la valoración de si un balón ha rebasado totalmente la línea de gol.

El problema de credibilidad que tiene el VAR se puede resumir en que donde se esperaban decisiones objetivas fruto de la tecnología hay un escenario abierto a la subjetividad de los 22 colegiados que dirigen los partidos de primera división, que acaba siendo tan decisiva como era la subjetividad del árbitro cuando no había VAR. Nada ha cambiado. Si acaso, que antes el error podía considerarse humano y ahora se da pie a teorías de la conspiración porque en un mismo partido situaciones similares se pitan diferente, unas manos son penalti y las mismas manos no lo son para el otro equipo. Sucedió en el reciente Betis-Getafe de la jornada 21 y sucedió en el partido de Copa del Valencia CF en Granada.

Y lo más sustancioso es que el debate ya no es solo entre aficionados o medios de comunicación, se ha instaurado entre los profesionales del fútbol de diferentes niveles. Y se discute el VAR en la Liga española y en la Premier League. Por ejemplo Mourinho, entrenador del Tottenham: «No acepto errores VAR. No cometo errores jugando en Playstation. Cometo errores cuando estoy en el banco. Cuando era comentarista de televisión, no cometía errores. El árbitro puede cometer errores y los respeto mucho porque es muy, muy difícil y todo sucede muy rápido. En VAR tienen tiempo y es más difícil de aceptar y sentimos que estamos siendo castigados severamente. Vemos exactamente las mismas cosas que VAR, pero VAR no ve tan bien como nosotros». O esta otra de Álvaro Benito, ex futbolista del Real Madrid y actual comentarista de televisión: «Como no se empiece a matizar bien el tema de las manos, los defensores tendrán que empezar a realizar todas las acciones como playmobils». En este sentido, sintomáticas son las palabas del valencianista Jaume Costa, protagonista del penalti que supuso la eliminación del Valencia CF de la Copa, al término del partido cuando se refirió a esa jugada en particular: «Llega un momento en el que es difícil tapar un centro y llevar las manos atrás, saltar y no poder empujar un poquito, siendo defensa necesitas de esa picardía?». Un buen ejemplo de cómo el VAR está desnaturalizando el fútbol.

La larga lista de agravios

En lo meramente estadístico, los problemas del Valencia CF con el VAR van mucho más allá de lo sucedido el pasado martes ante el Granada en Copa del Rey. Sin ir más lejos, en el último partido de Liga que jugó el conjunto de Celades, hubo un penalti sobre Wass, por un manotazo en el cuello, tras un centro de Florenzi desde la derecha, que no se señala. Fue en la jornada 22 de la Liga.

En la anterior, la 21. El VAR anula un gol a Gabriel Paulista con el marcador 2-0 a favor de los valencianistas ante el FC Barcelona en Mestalla. Y lo anula porque supuestamente antes de que el balón esté en movimiento hay una posible falta o bloqueo en el área. Se repite el saque de esquina.

Y conviene no olvidar que al Valencia CF le anularon un gol en la jornada quince de la Liga y todavía no se conocen los motivos de ello. Fue en la jornada quince en Mestalla ante el Villarreal. Marcó Rodrigo pero el tanto fue anulado pero no hubo una sola repetición de la jugada, y por lo tanto no se conocen los motivos por los que el colegiado de campo, Soto Grande, y el del VAR, Gil Manzano, decidieron no dar validez al gol. Esto provocó una protesta interna del Valencia CF a la Federación y al Comité de Árbitros al que se le pidieron explicaciones y las imágenes del gol anulado a Rodrigo ante el Villarreal, y se le trasladó el temor y la inquietud que tiene el club de Mestalla ante la arbitrariedad que demuestra el VAR a la hora de decidir sobre los posibles penaltis por manos dentro de las áreas. En el Valencia CF existe esta inquietud desde hace tiempo, concretamente desde la jugada de Cucurella en Mestalla en el partido ante el Getafe.

Otro partido en el que el Valencia CF se vio perjudicado por el VAR fue ante el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano en la jornada novena jornada. El colegiado expulsó de manera justa a Kang In Lee por doble tarjeta amarilla pero perdonó una tarjeta roja clara al portugués Joao Félix, que golpeó con el brazo a Dani Parejo.

En El Sadar, con el marcador 0-1 a favor de los de Celades el VAR revisa una posible agresión de Rodrigo sobre Estupiñán y el valencianista termina expulsad por roja directa. Tampoco tuvo suerte el Valencia CF con la tecnología en Cornellà el Prat ante el Espanyol. Se pitó un penalti en el área perica cometido sobre Diakhaby, pero al revisar la jugada fue anulado por manos del francés antes de recibir la falta.

De todos los problemas que ha tenido el Valencia CF con el VAR esta temporada, se lleva la palma el penalti que no se pitó en Mestalla por manos de Cucurella en un partido ante el Getafe en la sexta jornada del torneo. El marcador iba con empate a tres y eran los minutos finales del encuentro. El defensa del equipo madrileño estaba bajo palos y remató a gol un futbolista blanquinegro. Cucurella hace un gesto antinatural para impactar con la pelota en una jugada que era definitiva porque el balón entraba a la portería y habría supuesto el 4-3 para el conjunto de Mestalla en los minutos finales. Pues bien, el VAR ni señaló penalti ni expulsó a Cucurella ante la indignación de aficionados y futbolistas del Valencia CF.