Unicaja no quería sorpresas anoche en el Martín Carpena. Los malaguistas ejercieron con el papel de anfitriones y, arropados por los suyos, no dejaron un resquicio al sueño del Morabanc Andorra (92-59).

Como la semifinal anterior y a diferencia de los partidos de cuartos de final, el choque no tuvo demasiada historia. Los locales ganaron los cuatro parciales y desde el primer cuarto amasaron una renta que les permitió gestionar sin nervios el partido y meterse en la final de hoy (21.00 horas), la tercera en la historia del club.

Al descanso el partido estaba casi finiquitado, más por sensaciones que por tanteo. Morabanc aguantó el tipo en el tercer cuarto pero se dejó ir en el último. Liderados por un Jaime Fernández en estado de gracia (19 puntos y 22 de valoración) y con un juego coral -además del base internacional, otros seis jugadores de Unicaja superaron los diez de valoración-, Unicaja disputará una final de Copa tras 11 años de ausencias.