Albert Celades afronta el partido contra la Atalanta con lo justo en defensa. El técnico del Valencia, sin embargo, cruza los dedos para recuperar efectivos desde el centro del campo hacia adelante. El técnico catalán espera con los brazos abiertos a dos futbolistas que se perdieron el último partido de LaLiga contra el Atlético, tienen experiencia y galones en el equipo y están llamados a ser importantes el miércoles en San Siro ya sea desde el once titular o desde el banquillo. Son Rodrigo Moreno y Francis Coquelin.

El objetivo de los dos recuperarse de sus respectivas lesiones y llegar a tiempo a la Champions. No hay mejor refuerzo que ellos para potenciar el pasillo central. Ambos dieron el sábado un primer paso en su proceso de readaptación. El delantero y el mediocentro saltaron al césped de Paterna por primera vez para hacer series de carrera continua con botas de fútbol incluidas. Una buena señal. El siguiente paso será incorporarse progresivamente al grupo. Hay tiempo. Quedan tres entrenamientos por delante y ninguno de los dos está dispuesto a perderse el partido por el que tanto lucharon en el último año y medio. La puesta en escena de uno y otro en el césped es toda una declaración de intenciones. Rodrigo y Coquelin ya corren rumbo a Milán.

Coquelin está un punto por encima de Rodrigo. Lo tiene más fácil. El centrocampista se ha recuperado de sus molestias musculares en el cuádriceps y la idea es que se incorpore al grupo en los próximos días si no hay ningún contratiempo de última hora. De momento, las sensaciones son buenas. Celades está muy pendiente de Coquelin porque además de su rol de mediocentro es uno de los jugadores a los que ha tanteado para actuar en el centro de la zaga teniendo en cuenta que Ezequiel Garay y Gabriel Paulista son baja. Más justo llega Rodrigo. Las rodillas del hispano-brasileño están entre algodones. El jugador está incrementando las cargas de trabajo muy suavemente para que remita el dolor definitivamente y no se produzca una nueva recaída.

El '19' ha jugado con dolor los últimos partidos, pero como él mismo reconoció las rodillas le limitan y le impiden estar al cien por cien. «Obviamente no estoy al cien por cien, estoy jugando porque tengo que ayudar al equipo porque está siendo un año complicado en lo que a lesiones se refiere, pero no es excusa. Llevo bastante tiempo con molestias en las rodillas, intento estar para ayudar al equipo para sumar porque está siendo un año complicado, me limita y me impide estar al cien por cien, pero no es excusa», admitía en Getafe. Ha pasado justo una semana sin competir y sus rodillas lo han agradecido. Verle correr en Paterna sin protecciones es una muy buena señal.