El Valencia Basket dejó escapar una oportunidad de oro de obtener un colchón en la séptima plaza, en un partido en el que hizo todo para ganar pero en el que se vio penalizado por sus propios errores y el talento de un rival de envergadura.

El Maccabi se hizo el dueño del encuentro tras el salto inicial. Con unos conceptos muy definidos y un juego fluido, el conjunto israelí marcó el ritmo del choque siendo mejor que un Valencia Basket que se mostró negado de cara al aro y con problemas defensivos que le llevaron a ir a remolque en los primeros minutos (4-13). Las rotaciones favorecieron a los de Ponsarnau conforme fue avanzando el partido. Colom, puso una marcha más al ataque y sobre todo el acierto hizo acto de aparición. Tres triples casi consecutivos de Colom, Tobey y San Emeterio sellaron un gran tramo final del primer cuarto al que se llegó con ventaja local (19-18).

El Maccabi volvió a apretar el acelerador en el inicio del segundo período gracias a su acierto exterior aunque encontró la réplica de Tobey y un explosivo Marinkovic para estirar algo más la ventaja (30-26). El técnico catalán apostó por dar minutos a Ferrando, que de esta manera debutó con el primer equipo. El desparpajo del canterano unido a la inspiración de Ndour trajo la mayor renta hasta ese momento (36-29). En un momento de dudas en los de Sfairopoulos, el Valencia Basket no encontró la manera abrir algo más la brecha. Pese a ello, y como en el primer cuarto, San Emeterio rubricó una canasta sobre la bocina para seguir mandando en el marcador al descanso (38-33).

Otro final que acaba en cruz

El Valencia Basket salió como un cohete en la reanudación. Una gran acción defensiva que acabó con canasta de Marinkovic y dos triples de Colom y Dubljevic dispararon la ventaja para los de Ponsarnau en unos grandes minutos (48-35). El despertar anotador de Dubljevic otorgó una nueva dimensión a los valencianos que conseguían un buen botín de ventaja mediado cuarto (55-45). El cuadro de Sfairopoulos en una situación compleja frenó el caudal de puntos de los «taronja» con acciones individuales principalmente de Wilbekin que les permitió enjugar poco a poco su déficit para dejar el desenlace abierto de cara al último cuarto (61-58).

El arbitraje tomó el protagonismo en el capítulo definitivo del choque. El trío de colegiados penalizó y descentró a los valencianos con un criterio claramente marcado hacia el Maccabi y que desesperó a los jugadores y a la grada. El equipo israelí aprovechó la coyuntura para ponerse por delante (70-73). Dubljevic tiró de gallardía con un triple para revertir la situación (77-75). Con la tensión en punto álgido el talento de Dorsey y Wilbekin decantó la balanza. El Valencia Basket no pudo reaccionar. La precipitación lastró y selló el triunfo israelí.