Está claro, el Levante solo tiene que jugar contra los grandes. Los de su liga le ponen demasiados obstáculos para ganar los partidos. Ahora bien, llegan los poderosos y muerden el polvo del Ciutat. Pero ojo no por ganar al Barcelona o al Real Madrid ya está todo el trabajo hecho. No, ni mucho menos. Además hay veces que resulta un tanto engañoso y sabiendo que en un partido de futbol , a la larga solo importa el resultado, hay que tener los pies en el suelo y analizar todo lo sucedido en el terreno de juego durante el tiempo que dura el encuentro.
Sin quitarle nada a la victoria levantinista del otro día frente al Real Madrid, que por supuesto tiene su mérito, hay que ver como se dio. En los primeros cuarenta y cinco minutos de encuentro no se marcó ningún gol, pero ocasiones tuvo el conjunto madridista para hacerlo, no lo hizo y pasó lo que pasó. Se cumplió una vez más la máxima del futbol, si perdonas acabas pagándolo. Perdonó el Madrid y de eso se aprovechó el Levante.
Digo esto porque no me gustaría que haya acomodo. Me explico. Se ha ganado a los de Zidane y en su día se hizo lo propio con el Barcelona, esto no significa que la faena está hecha. Ni mucho menos. Ganar a equipos que te hacen polvo con el presupuesto, es una alegría muy grande para club y para afición, para todos, lo entiendo perfectamente, pero también hay que intentar hacer lo propio con los demás. No hay que demorarlo mucho. El sábado en Eibar, prueba importante. Los vascos están a dos puntos del descenso. Ya comienzan a jugarse la vida. Empataron en Valencia a cero en la primera vuelta y no será rival fácil. Ahí quiero ver al equipo que lucha, trabaja y gana a los poderosos y para que nadie pueda decir nada hay que utilizar el mismo sistema.
