Todas las secretarías técnicas que trabajan el mercado de Segunda División tienen subrayado el nombre de Mickael Malsa. Y la del Levante, además de no ser es una excepción, es de las que más camino ha adelantado con este mediocentro del Mirandés que viene de romperla en la Copa. Malsa ha pasado todos los filtros en Orriols después del exhaustivo seguimiento que se le ha hecho durante los últimos meses. Hoy por hoy está en la pole position de cara a la próxima temporada. Tras haberse convertido por méritos propios en uno de los jugadores de moda en LaLiga 123, Malsa es un objetivo más apetecible todavía porque, a expensas de lo que se decida desde FIFA con los contratos, en principio queda libre a partir del 30 de junio. Como en el caso de Son, el lateral derecho de la Ponferradina, ese es un elemento diferencial que le da ventaja sobre otros candidatos.

Mickael Malsa, cuyo retrato robot se asemeja al de un viejo conocido como Lerma o al del groguet Anguissa, otro futbolista del agrado de los técnicos, recaló en el Mirandés el pasado verano. Lo hizo con la carta de libertad bajo el brazo tras haber estado cedido una temporada en el Albacete por el Fortuna Sittard holandés. Con el conjunto del Belmonte jugó más de 30 partidos, llegó al play-off de ascenso y destacó como un mediocentro defensivo dinámico, con recorrido y una buena salida de balón desde atrás.

Nacido en París y formado en la escuela del Sochaux, Malsa tiene 24 años y a pesar de su juventud acumula una importante trayectoria internacional. También ha pasado por el fútbol griego (Platanias) y belga (Royal Antwerp). En 2015 se entrenó a prueba con en el filial del Sporting de Gijón, que no se lo quedó, pero cinco años después es el auténtico objeto de deseo de la clase media de Primera. Chema Aragón, director deportivo del Mirandés, reconoció tras el mercado de enero que estuvo a punto de cambiar de aires: «Todo el mundo hablaba, la rumorología, de Malsa. Y su mejor mes, con diferencia, ha sido el de enero. Sin embargo, en todo momento, su cabeza ha estado aquí, aunque tenga el móvil saturado de llamadas. El rendimiento está ahí».

Muchas de esas llamadas venían del Mallorca, al que remitieron a los 750.000 euros de su cláusula de rescisión. Y eso que estaba a medio año de acabar contrato. Eibar y Alavés, junto a clubes franceses como el Amiens y punteros de Segunda como el Cádiz, continúan tras sus pasos. Y, por supuesto, el Levante, que también ha movido ficha y ya había despuntado cuando su nombre estaba en boca de todos. Nadie duda de que su futuro inmediato es la Primera División.

La posición clave en Orriols

Si el Levante va adelante con Malsa, el francés se sumaría a la cadena de mediocentros de perfil defensivo con los que se ha tratado de llenar el vacío de Lerma. Para Paco López, al tanto de todos los movimientos del área deportiva, se trata de una posición clave en la que, pese a las oportunidades de los últimos meses, Vukcevic no le ha hecho papel. Como ocurrió la temporada pasada, pese a que hace ahora un año Tito y la anterior dirección deportiva se habían convertido en un elemento decorativo, el Levante vuelve a repetir el patrón de llegar a verano con el máximo del trabajo hecho.