La UEFA, según la agencia EFE, comunicó este jueves a la Federación Española de Fútbol (RFEF) que la tercera plaza en España para la Europa League será para el séptimo de la Liga, si no puede disputarse finalmente la final de la Copa del Rey por razones sanitarias. De esta manera, el máximo organismo del fútbol europeo entiende que el supuesto que había presentado Luis Manuel Rubiales, presidente de la RFEF, de garantizar un billete al Athletic Club solo por su condición de finalista copero resulta injusto y atenta contra el criterio base del mérito deportivo marcado entre las conclusiones de su último Comité Ejecutivo.

La final de Copa, que debe enfrentar a Athletic Club y Real Sociedad, está en el aire y en estos momentos, y a expensas de que pueda reanudarse la Liga, la Real Sociedad es cuarta y estaría clasificada para la Liga de Campeones junto a Barcelona, Real Madrid y Sevilla. El Athletic es décimo, por lo tanto de terminar así la temporada se quedaría fuera de las competiciones europeas. Una situación de la que únicamente podría salvarse con una plaza en la próxima edición de la Liga Europa si la final de Copa se juega a puerta cerrada y logra el título antes de que UEFA dé por terminado el clico de la campaña 2019/20.

La comunicación de la UEFA a la RFEF indica que «para la entrada en la Liga Europa 2020-21, en caso de que una Asociación Nacional termine prematuramente por razones legítimas una copa nacional y, en consecuencia, no pueda determinar el ganador por méritos deportivos, en aplicación del reglamento de la competición, el club del campeonato nacional no clasificado de mayor rango es el que se clasifica».

Es decir, sin campeón de Copa no hay razones de mérito deportivo en dicha competición. En ninguna asociación europea con competiciones de máximo nivel se ha apostado por soluciones similares a las que tramaba Rubiales. Ni siquiera Francia, que hasta 2014 solía premiar con un lugar en la segunda competición europea a los subcampeones de Copa de Francia y Copa de la Liga que perdían las finales con un equipo que se había ganado, previamente, el derecho de jugar un torneo de UEFA a través de la 'Ligue1'.

Francia resolvió un debate similar al que ha existido en España sobre las competiciones europeas bajo una fórmula de consenso: dando voz a todos los presidentes de los clubes inmersos en la problemática y priorizando el mérito deportivo en la competición liguera siempre que no haya final de Copa.

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