El Valencia Basket salió muy bien a la pista. Con una gran finura en ataque y una defensa presionante el cuadro de Ponsarnau tomó las primeras ventajas bajo la batuta de San Emeterio y los puntos de Loyd (8-17). El conjunto taronja mostró sus mejores minutos hasta el momento del torneo y pasando por encima de un Gran Canaria que tan sólo respondía con acciones puntuales de Harper y Okoye (17-27). Las rotaciones hicieron algo de mella en los valencianos que perdieron algo de rigor en el tramo final de un buen primer cuarto al que se llegó con la situación controlada pese a todo (23-29).

En el segundo período el Gran Canaria sin demasiados alardes aprovechó las imprecisiones de los taronja en el tiro para acercarse en el marcador tras una acción de Costello (32-33). El Valencia Basket pese a todo no se descompuso y retomó el control del choque con una buena dirección de Van Rossom y la efectividad del omnipresente Tobey (34-43). El conjunto de Katsikaris volvió a intentar reengancharse a base de los triples de Shurna o Bourousis pero no contó con el factor Colom. El andorrano, sabedor de ser uno de los señalados por su irregular rendimiento durante todo el año, firmó un excelente tramo final del segundo cuarto para volver a impulsar a los suyos y llegar al descanso con un buen botín (44-51).

Segunda parte arrolladora

Salió bien tras la reanudación el Valencia Basket. Con la seriedad mostrada hasta ese momento los de Ponsarnau dejaron sentenciada la contienda en unos minutos de ensueño que provocaron un demoledor parcial de 4-26 que llevó el electrónico del 47-51 al 51-77. Los jugadores se gustaban anotando y sobre con una defensa que mostraba un enorme respeto al rival. Los cambios apenas mermaban el rendimiento de un bloque surcaba que con firmeza hacia las semifinales con sólo un cuarto por jugar (56-77).

Un parcial de 16-2 de los insulares, fruto de una racha de acierto canaria y también de cierta relajación valenciano dio un mínimo de emoción a la velada (67-79). El Valencia Basket no estaba dispuesto a dar ninguna concesión y dos triples consecutivos de Marinkovic y Sastre disiparon cualquier atisbo de reacción del Gran Canaria para al final asentar una victoria mucho más cómoda y tranquila que la firmada ante el Burgos. Triunfo y séptima semifinal a la vista.