Es una suerte que Mestalla esté cerrado porque así se evita que valencianistas ingenuos o de buena fe se desgañiten pidiendo la salida de Peter Lim. Es una suerte porque la televisión no aporta el mismo pesar que viendo el juego en directo. Es una suerte porque de nuevo vuelve al timón de una nave sin rumbo el consistente y entrañable Voro. Es una desgracia que a estas alturas de la función el valencianismo continúe considerando a Lim como el único culpable de cuantro ocurre. No es el único sobre el que cargar la pesada mochila de un club a la deriva, de un estadio sin terminar y con un futuro incierto e indigno. Todos piensan en Lim. Ya también, pero me permito añadir a otros participantes en la desgracia. A unos por acción directa y a otro por consentir.

¿Ha habido alguien que haya propuesto que el club repudie y borre de su lista de socios a Amadeo Salvo culpable directo de la llegada de Lim? Ha habido algún grupo valencianista que haya intentado poner sobre Aurelio Martínez, entonces presidente de la Fundación, responsabilidad por no haber estado en contra de la infamia de la venta? ¿Ha habido algún grupo de miembros de la Fundación que se haya dado golpes de pecho en público y confesado su participación en la ignominia?

Repartir culpabilidades no es sencillo porque en medio ha habido sensatos valencianistas que han pretendido, al menos, sonrojarse públicamente. Me consta que uno de los miembros de la Fundación intentó alcanzar un comunicado firmado por todos ellos al ser conscientes de que fueron engañados y cayeron en la trampa de Salvo. El promotor de la idea no tuvo la respuesta que esperaba y tuvo que declararse en retirada.

He dicho alguna vez que entre los culpables hay una serie de valencianistas que no acudieron a la ampliación de capital que, de haber sido cubierta, el club estaría en otras manos. Conozco a un ingenuo que además de ampliar sus acciones y las de sus hijos hizo accionistas a dos nietos, uno que vive en A Coruña y otro en Zaragoza. ¿Hubo algún valencianista de pro que anunciara aunque fuera en baja voz que estaba dispuesto a evitar la venta?

Uno de los pocos valencianistas que trató por convocar a un grupo de inversores de casa se quedó solo. José Luis Soler, afortunadamente para el ámbito de la museología, convirtió Bombas Gens en un recinto de trascendencia cultural para València.

Cada vez que veo a Juan Roig promoviendo obras que le costarán doscientos millones de euros para que València sea capital del baloncesto, se me ponen los pelos de escarpias, los pocos que me quedan, al comprobar cómo una serie de valencianos que pudieron haber evitado el bochorno no dieron un paso al frente. València ha dado siempre ejemplos contradictorios desde San Vicente Ferrer en Caspe y ahora, futbolísticamente, tenemos al señor Boluda que desea ser presidente del Real Madrid y alguien me dijo alguna vez que su familia era levantinista y tampoco parece que corriera en su auxilio cuando les granotes no croaban.

Los Boluda que existen en València y tienen sus amores en Mestalla no hicieron constar sus preferencias. El Valencia es sociedad proclive al ridículo con un dueño que es capaz de desmontar la mejor organización que ha tenido la entidad en muchos años. Marcelino y Mateu Alemany, in memoria. ¿Alguien es capaz de dar un pronóstico aunque solo sea aproximado del futuro del Valencia?

Posdata. No seamos ingenuos Lim ha convertido el club en un chiringuito financiero. Ahora toca vender a Ferran. Él y su socio Jorge Mendes estarán a ello.