El Villarreal ganó por 0-2 al Real Betis y sigue intratable desde la reanudación de LaLiga en busca de una plaza en la Champions, de la que ya solo le separan tres puntos. En las seis jornadas disputadas desde la vuelta del fútbol tras el obligado paréntesis por la pandemia, el Submarino acumula cinco victorias y un empate -ante el Sevilla-, 16 puntos de 18 posibles que le meten de lleno en la lucha por los puestos que dan acceso a la máxima competición continental. La victoria de ayer la encarriló pronto el conjunto castellonense ante un Betis al que deja muy tocado y que debe seguir peleando por sellar su salvación matemática.

Los castellonenses resolvieron en la primera mitad, con un doblete de Gerard Moreno, máximo goleador nacional con 15 tantos, primero de penalti a los 7 minutos y luego tras un gran recorte a Sidnei y un tiro que batió a Joel Robles a la media hora ante un Betis impotente, que se quedó con diez en el tiempo añadido del primer tiempo por la expulsión del galo Nabil Fekir, de los pocos destacados en el conjunto andaluz.

Esa sería la puntilla para los verdiblancos, que todavía amagaron con resistirse a la derrota en los primeros compases de la reanudación aunque sin llevar verdadero peligro a la meta de Asenjo. El Villarreal manejó el partido a su antojo, sin pasar ningún apuro en defensa ante un Betis perdido y muy tocado anímicamente.

El equipo de Calleja se gustó por momentos sobre el césped y se dedicó a controlar, una faceta en la que fue aún más superior con la entrada de gente de calidad como Santi Cazorla, Bruno Soriano, el veloz extremo Samuel Chukwueze o Paco Alcácer, y pudo ampliar su ventaja en claras ocasiones de Bacca -antes de ser sustituido por el nigerianos- y de Cazorla por dos veces. Al final, derrota de un Betis que no levanta cabeza y triunfo groguet, que se encontró un partido cómodo por su eficacia en la primera parte.