Mientras el futuro institucional del Valencia se enfoca en la crítica mayoritaria a Peter Lim, y en el susurro de los debates sobre la posible movilización de actores (más recurrentes que novedosos) para capitalizar la voluntad de la masa social de descabalgar al empresario singapurés de su mayoría accionarial, el fútbol vuelve a ofrecer otra mano tendida al Valencia. De momento es el único rescate posible del club, aunque sea un fútbol que no se parezca «en nada» al fútbol, como dijo ayer el exvalencianista Álvaro Cervera, y sea una tortura en la preparación de los partidos y el descanso de los futbolistas. De momento, en Mestalla, ese nuevo espectáculo ha servido para acelerar la descomposición del proyecto ya herido de Meriton, con 5 puntos de 21 disputados y 11 goles en contra. Los cuatro partidos restantes deben servir para dignificar la gran derrota, para alcanzar el premio de consolación continental, para conciliar mejor el sueño sin olvidar que el daño estructural sigue ahí.

Cada tres días el fútbol ha ofrecido un rescate que el Valencia ha ignorado. Esta tarde ante el Valladolid aparece otra nueva oportunidad. Debería ser la propicia. Por necesidad (1 punto de 12 posibles), por la tranquilidad de su rival, con la permanencia casi sellada, o por agarrarse a los destellos tímidos del último empate en Granada, en el que reaparecieron los goles y se tapó la hemorragia de tres derrotas seguidas. Jugadores como Manu Vallejo o Cheryshev refrescaron un proyecto marchito en la inseguridad defensiva y los goles encajados por Cillessen, el mejor de los blanquinegros pese al castigo incesante de cada marcador.

Después de la derrota ante un Athletic lleno de respuestas y la levísima mejoría del intercambio de golpes en Granada, el tranquilizador «efecto Voro» debería aparecer a la tercera intentona. El técnico de l'Alcúdia espera que un triunfo ayude al equipo a conectarse y acabar un mal año en trayectoria ascendente: «No veo otra que trabajar e insistir. Los futbolistas están muy metidos, estamos en el camino pero es verdad que cada vez quedan menos partidos», señaló en una rueda de prensa telemática.

«Quedan sólo cuatro partidos, necesitamos ganar porque el equipo está cerca y como punto de inflexión, de lo contrario veremos dónde estamos. En nuestro pensamiento no está que vayamos a perder, vamos a plantear el partido sabiendo el rival que tenemos y siendo optimistas porque estamos en el camino y ante el Granada mejoramos», añadió.

Voro volverá a efectuar rotaciones en una alineación que en la que solo sobreviven Cillessen y Parejo como intocables, una vez caídos por lesión Rodrigo Moreno y José Luis Gayà. En el Valladolid, Sergio González (que alabó la capacidad de Parejo, Kondogbia y Ferrán Torres) no contará con Miguel de la Fuente, Míchel, Caro, Matheus y Pedro Porro.