El entrenador del FC Barcelona, Quique Setién, ha reconocido, tras la victoria ante el Real Valladolid, que el desgaste "pasa factura", pero también que el equipo "debe cerrar los partidos", como en este caso, tras una primera mitad en la que se dieron "muchas ocasiones para hacerlo".

Setién ha explicado que preveían que el rival "iba a jugar con cinco atrás", por lo que ellos hicieron "lo mismo" para "apretar arriba con los carrileros" y, con la incorporación de los centrales "permitía salir más", lo que les salió "bien" en esa primera parte del partido.

De hecho, en su opinión, "la primera mitad fue muy buena y tuvimos que haber conseguido más goles" y después, se trató de "modificar algunas cosas", pero el rival sacó "jugadores más rápidos" y les costó "más defender, sobre todo por el cansancio", con lo que "no les quedó otra que replegarse".

De ahí que asegurara que "no hubo apagón futbolístico" en la segunda mitad, sino un "cansancio acumulado" en algunos jugadores, ya que "hacía menos de 72 horas que se había disputado otro partido, hacía mucho calor, el campo se secó mucho y faltaba esa frescura en los futbolistas, que llevan mucho desgaste".

Piqué es uno de esos jugadores que más minutos están jugando, y de él ha dicho que "es un futbolista enorme, que sabe estar en todo momento y ha sacado infinidad de balones por alto" y considera "normal" que, tanto él como otros, notara el cansancio, "pero todos han defendido bien, se han sabido colocar y controlar los centros".

En el caso de Griezmann, ha advertido de que salió porque "tenía molestias y él pidió el cambio" y Luis Suárez empezó en el banquillo para darle descanso "ya que llevaba cinco partidos seguidos", algo que hubiera dado a Messi, si el equipo "hubiera logrado ampliar la renta en la primera mitad".

Setién tiene claro que están "haciendo méritos" para estar mejor de lo que están: "No sé si para ganar la liga, porque el rival con el que competimos lo gana todo, pero hay muchos partidos que son la repetición de otros, en los que hacemos méritos suficientes sin encontrar acierto, y los teníamos que haber resuelto con más claridad", ha matizado.

En este sentido, ha admitido que le "preocupa no cerrar los partidos", porque, en su opinión, "esa sensación de nerviosismo en algunas fases, viene como consecuencia de no haber cerrado los encuentros" y, puesto que sabían que "habría dificultades por el cansancio", "de haber tenido un marcador más cómodo, los finales se podrían gestionar mucho mejor", ha concluido.