La agonía del Mallorca llegó a su fin y matemáticamente ya es equipo de Segunda al perder 1-2 ante un Granada que mantiene muy vivo su sueño europeo. El Mallorca desciende un año después de conquistar un puesto en Primera tras una temporada nefasta para sus intereses, y ni siquiera tuvo el consuelo de llegar a la última jornada con opciones de permanencia en el partido contra el Osasuna en Pamplona.

Mientras, el Leganés, que se impuso en San Mamés (1-2) sigue vivo de cara a la última jornada. Se juega la permanencia con el Celta (1 punto de diferencia) que se enfrenta al descendido Espanyol. El Leganés deberá ganar y esperar que el Celta no lo haga el domingo a las 21 horas. Pero todo cambió en los seis minutos de descuento. Empató el capitán del conjunto nazarí Vïctor Díaz, con un auténtico cañonazo desde fuera del aérea, justo en los momentos en que el Celta remontaba y colocaba las tablas en el marcador.

Con ese resultado, unido al empate momentáneo del Alavés ante el Betis, el Mallorca se iba al descanso como equipo de Segunda División. Los dos equipos tuvieron sus ocasiones en la primera parte..