Apenas unos días después de proclamarse campeón de la Superliga griega con el Olimpiacos, Rubén Semedo, el exjugador del Villarreal CF que fue detenido y encarcelado en febrero de 2018 por secuestrar y agredir a un hombre en su chalé de Bétera, ha ganado otro título, el más importante para el futuro de su carrera deportiva (a expensas de esta decisión judicial). De los quince años y medio de prisión a los que se enfrentaba por los delitos de detención ilegal, lesiones, robo y tenencia ilícita de armas, la Audiencia Provincial de València le impone solo cinco años, pena que le ha sido suspendida con la condición de su inmediata expulsión del país y la prohibición de entrada en el mismo por un plazo de ocho años, después de haber abonado los 46.000 euros de responsabilidad civil. Todo un gol por la escuadra a la Justicia española.

El central portugués, que protagonizó numerosos episodios delictivos en los dos años que militó en las filas del club de la cerámica, reconoció ayer los hechos que se le imputaban en el juicio celebrado por conformidad en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de València. Así, el futbolista confesó haber tenido secuestrado y maniatado a un hombre, encañonarle con un arma de fuego y amenazarle con cortarle un dedo, todo ello por una deuda de 5.000 euros contraída por un tercero que éste le presentó como intermediario en la compraventa de un vehículo.

«Una cuestión de orgullo»

Según los hechos probados, reconocidos tanto por Semedo como por los otros dos acusados que participaron activamente en la agresión, el 11 de febrero de 2018 el por entonces futbolista del Villarreal engañó a su víctima para que fuera a su domicilio, en una urbanización de Bétera, haciéndole creer que estaba invitado a la fiesta de cumpleaños de su novia. No obstante, en el garaje de la vivienda le esperaban los tres ahora condenados armados con un palo de golf -Semedo- y con sendos bates de béisbol sus dos compinches.

Los acusados le exigieron que les diera el paradero de la persona que había supuestamente estafado 5.000 euros a Semedo con la compra de un coche y le propinaron golpes por todo el cuerpo. Lo inmovilizaron de pies y manos con una cuerda, y una vez tumbado boca abajo, el central sacó una pistola de 9 mm, manipulada para poder disparar, con la que encañonó a la víctima. El hombre se ofreció a pagar el dinero él mismo, pero el futbolista le dijo que era una «cuestión de orgullo» y que de él no se reía nadie. Asimismo cogió un cuchillo y amenazó con cortarle el dedo índice. Después se apoderaron de las llaves de su domicilio, que utilizaron para robarle una colección de relojes de lujo.

Gracias al acuerdo alcanzado por el letrado Miguel Ferrer, quien ya logró que Semedo saliera en libertad tras el pago de una fianza de 30.000 euros, el futbolista no deberá cumplir ni un solo día entre rejas de los cinco años impuestos por la Sala por los delitos de secuestro, robo, lesiones y tenencia ilícita de armas.