De vacaciones en Ibiza, Dani Parejo sabe que el club no cuenta con él y se encuentra en un escenario difícil. Por un lado, el capitán valencianista quiere hacer borrón y cuenta nueva, seguir e incluso retirarse en el Valencia CF. Convertirse en leyenda. Por otro, la figura de Marcelino dejó una marca en el centrocampista que no le permite cerrar las heridas abiertas a lo largo de la temporada entre la propiedad y la plantilla por la salida del técnico asturiano. Para el capitán, la principal razón por la que un proyecto sólido, en fase de crecimiento y con unas sinergias positivas entre vestuario y afición saltó por los aires no fue otra que 'liquidar' a Marcelino y también prescindir de Mateu Alemany, dos de los principales artífices de un Valencia que parecía no haber tocado techo tras clasificar por segundo año consecutivo en Champions League y levantar la Copa del Rey, único título de los último once años.

«La gente que toma las decisiones dijo que no era lo mejor para el club. A nivel de vestuario afectó en muchos sentidos y eso a la plantilla le ha marcado mucho. Hay muchas cosas que siempre influyen a la plantilla aunque no afecten al juego, pero tenemos que hacer borrón y cuenta nueva, dejar al Valencia donde se merece y pelear por Champions League la temporada que viene», explicaba Parejo durante una conversación distendida con gran Labi Champion (clásico de Ibiza y amigo del futbolista) en el programa Directo MARCA, en la que el capitán hace también autocrítica por los malos resultados: ««Las cosas no salieron como queríamos, los resultados al principio no eran malos pero no nos acompañaron demasiado. No hemos cumplido los objetivos y la temporada no ha sido buena», lamenta.

El no cumplir con los objetivos marcados al inicio de curso supondrá una notable reducción de ingresos que afectará a la presencia de varios jugadores en la plantilla 2020/21, entre ellos el mismo Parejo. Pese a ello, se resiste a cerrar su etapa como valencianista. «Yo estoy a gusto en València, es una ciudad top. Mi familia, mis hijos, todos están perfectos en València. Llevo nueve años en el club y para mí es mi casa y así lo siento. Me quedan dos años de contrato y me gustaría retirarme en el Valencia por mi trayectoria, pero el fútbol es fútbol, y nunca sabes lo que va a pasar, pero para mí el Valencia a día de hoy es lo más importante», afirma el centrocampista.

Respecto a los mejores momentos vividos como futbolista, Parejo reconoce que aquellos días en que la ciudad de València explotó en júbilo tras conseguir la Copa fueron realmente especiales. "El míster (Marcelino) había cumplido los objetivos sobre todo entrar en la Liga de Campeones que por prestigio e ingresos era lo más importante. Pero ganar un tìtulo después de once años y en el del Centenario, fue un año inolvidable para todos. Fueron tres días de los mejores de mi vida como futbolista", describió el de Coslada, volviendo a recordar el peso del técnico asturiano en los éxitos cosechados.

Pero no todo fue autocrítica. A Parejo también le dio tiempo para bromear. Al ser cuestionado por Labi sobre la dificultad que entraña relajarse durante unas vacaciones con los hijos, Parejo tiró de sorna para comparar la dificultad de mantener la calma con los niños con las horas previas a la final de Copa 2019. «El día de la final estaba más tranquilo que hoy, pero tampoco voy a quejarme que si no ya sabes lo que pasa...», comentó entre risas.

Con esto, el capitán deja claro que su idea es seguir en el club, continuar escribiendo su nombre en la historia del Valencia y poder retirarse en el club y la ciudad que le ha dado todo durante los últimos nueve años. Pero, olvidar los sucesos ocurridos hace casi un año parece complicado para Parejo, donde demuestra, cada vez que se pone delante de un micrófono, que la persona de Marcelino García Toral fue indispensable tanto para el rendimiento del equipo como el suyo. La pelota está en el tejado de Meriton. La idea de la propiedad es clara, reducir costes de una plantilla que no ha conseguido sus objetivos. Pase lo que pase, Parejo ha dejado huella en el club y, en un futuro, una marca imborrable.