El 29 de agosto dará inicio el Tour de Francia en Niza, y un día más tarde el Abierto de Estados Unidos en Nueva York. Dos de los grandes espectáculos del ciclismo y del tenis, para el que ciclistas y tenistas se preparan en un mes de agosto clave, con pruebas y torneos que sirven de ensayo de medidas de seguridad y distanciamiento, pero que no escapan a los sobresaltos. Nadie está a salvo sin vacuna y cualquiera puede verse abocado a una cuarentena solo por haber estado cerca de un positivo por COVID-19.

La Vuelta a Burgos que acabó este sábado ha dado el pistoletazo de salida al ciclismo en España y en el mundo, que celebró ayer el inicio de la Ruta de Occitania y la disputa de la Strade Bianche. Pero los sustos están ahí. Si no que se lo digan al Israel, equipo que en Burgos salió con dos corredores menos por la relación de ambos con un compañero que sin estar en carrera dio positivo por COVID-19. La UCI ha suspendido carreras para evitar riesgos, pero otras como la Milán San Remo, primer monumento de la temporada previsto para el 8 de agosto, tendrá que modificar el recorrido de su 111 edición. El optimismo envuelve a un pelotón que este domingo disputa la clásica de Getxo, con Sebastián Mora y Albert Torres juntos por vez primera en el Movistar Team. En Francia llegará el primer examen serio con la Ruta de Occitania del 1 a 4 de agosto, con figuras como el colombiano Egan Bernal y el británico Chris Froome, y el valenciano Rafa Valls (Bahrein McLaren). Y en Italia se disputó ayer la Strade Bianche, la clásica del 'sterrato en versión masculina y femenina, con la valenciana Alba Teruel (Movistar).

Antes del Tour, el pelotón español celebrará su prueba más importante del 21 al 23 de agosto, con los Campeonatos de España en Jaén, y del 24 al 28 tendrán lugar los Campeonato de Europa en la nueva sede de Plouy, justo antes del inicio de una 'grande boucle' que sigue cruzando los dedos día tras día para poder celebrarse en las fechas arrebatadas a la Vuelta a España.

El tenis, un poco antes

El tenis arrancó un poco antes. Lejos del revuelo provocado por el Adria Tour de Djokovic y los contagios que se sucedieron allí, en España los primeros raquetazos se dieron en Benitatxell con el Region of Valencia Challenge pese a la tormenta que impidió la disputa de la final entre Roberto Bautista y Alex de Miñaur. Luego llegó la Liga Mapfre masculina, que ha pasado entre otras sedes por el CT Valencia, y sus versiones: femenina, que recaló en Castellón, y de promesas (valor), donde La Nucía tomó esta semana el relevo a Villena. También con la Copa del Rey que se adjudicó Roberto Bautista, y con el 25 aniversario de Equelite, instalaciones que esta semana han acogido un torneo en conmemoración de este cumpleaños de la prolífica academia de Juan Carlos Ferrero. Pero los torneos ATP y WTA llevan tiempo esperando la llegada del mes de agosto, con el US Open como primer plato fuerte, discutido desde hace semanas por su enroque desde uno de los epicentros de la pandemia en el continente americano como es Nueva York