El Getafe finalizó su aventura en la Liga Europa tras perder 2-0 ante el Inter, que aprovechó mejor sus ocasiones y dejó fuera de la competición a un equipo que falló un penalti en las botas de Jorge Molina que podría haber dado la vuelta a la eliminatoria. Parece que el Getafe tiene una especie de gafe histórico en los momentos clave de sus grandes citas. En la retina de muchos aficionados quedó aquella eliminación frente al Bayern de hace 12 años, con un gol del italiano Luca Toni en el minuto 119 de la prórroga que hizo llorar a toda una ciudad.

El tiempo pasa muy rápido y más de una década después de ese duelo, el Getafe se vio inmerso en otro duelo de nivel máximo con el que aspiraba a igualar aquellos cuartos de final de la Liga Europa de 2008. La oportunidad no le llegaba en su mejor momento del curso. Tal vez, los hombres de Bordalás habrían preferido disputarlo en marzo. En esos momentos previos al estado de alarma, estaba en plena ebullición. Acababa de eliminar al Ajax, peleaba por la Liga de Campeones en LaLiga y vivía días de vino y rosas. Sin embargo, la pandemia generó dudas en la vuelta y, de repente, descendió hasta los infiernos con una victoria en once encuentros. Del tanto de Toni, se pasará al penalti de Jorge Molina. El tanto postrero de Eriksen fue una anécdota. El Getafe ya estaba KO. El fallo de Molina fue una losa muy pesada.