El acuerdo del Valencia con el Villarreal para el traspaso de Dani Parejo y Francis Coquelin, por una cantidad conjunta que no llega a los 15 millones de euros, ha desatado fuertes críticas en las redes sociales por parte de la afición valencianista. La venta de dos de los jugadores más carismáticos y representativos de la plantilla, por una módica cantidad y a un rival directo, agudiza el grado de desafección de la masa social con el máximo accionista Peter Lim y su voz en Mestalla, el presidente Anil Murthy. En un contexto de ventas obligadas para paliar las consecuencias del fracaso de la temporada 2019-20, la impopularidad de estos traspasos culminan la serie de decisiones que desmantelaron el proyecto campeón de la Copa del Centenario, desde la destitución de Marcelino como técnico, la salida posterior de Mateu Alemany como director general, la pésima temporada posterior, la venta de la perla más prometedora de la cantera (Ferran Torres), o la decisión de prescindir de empleados emblemáticos de la casa, como Paco Camarasa, por razones de confianza personal del actual presidente.