Cinco años después, la Comunitat Valenciana volverá a contar la próxima temporada con cuatro equipos en Primera División cinco años después. El sorprendente ascenso del Elche, vencedor del play-off de Segunda División pese a ser sexto en la liga regular, sitúa a la Comunitat en lo más alto de la lista de autonomías con más clubes en la élite (4) junto a Andalucía y el País Vasco.

Los equipos valencianos en Primera serán los mismos que hace 5 años, ya que además del Elche militarán el Valencia, Levante y Villarreal. De nuevo, estarán representadas las tres provincias.

Estos cuatro equipos, que también habían coincidido en el curso 2013-14 en lo más alto, no pudieron tener continuidad por el descenso administrativo del Elche, que bajó a Segunda al final de la 2014-15 a pesar de ocupar la décimo tercera plaza en la clasificación.

También hubo cuatro equipos, máximo histórico del fútbol autonómico, en el curso 2010-11, aunque en aquella ocasión el representante del fútbol alicantino era el Hércules, y en la 1945-46, en la que compitieron Valencia, Deportivo Alcoyano, Hércules y Castellón.

Desde 1932, año en el que debutó el Valencia en Primera, el único curso en el que no ha habido representantes de la Comunidad Valenciana en la máxima categoría fue en el 1986-87.

Con cuatro clubes en Primera figuran también Andalucía (Sevilla, Betis, Granada y el recién ascendido Cádiz) y el País Vasco (Athletic Club de Bilbao, Real Sociedad, Alavés y Eibar). La aparición del Cádiz en la élite salva la dignidad futbolística de Andalucía, por aquello de ser la autonomía más grande de España, mientras que el País Vasco se ha consagrado en lo más alto en los últimos años, gracias al regreso del Alavés y a la consolidación del Eibar en Primera. El guipuzcoano es, solo por delante del Villarreal, el club de la máxima categoría que representa a una población más pequeña (27.500 habitantes), casi la mitad que la de la localidad castellonense (50.700). El peso de la tradición del fútbol vasco, que representa a una de las autonomías más pequeñas, se refleja en la composición de la máxima categoría. El fútbol vasco evoca al del área metropolitana de la gigante Londres, con 7 equipos en la Premier, o la de Buenos Aires, con 6. Su tejido futbolístico es, sin duda, el más consistente.

La Comunidad de Madrid se ha quedado con tres equipos en Primera tras el descenso del Leganés, pero tiene ahora una representación sólida, teniendo en cuenta que el fútbol ha ido muy por delante de la grada a excepción de los tres equipos de la capital -el Rayo es el tercer equipo de la Comunidad con raíces más profundas-. Junto a los gigantes Real Madrid y Atlético, el Getafe fortalece sus cimientos en Primera. El equipo de la zona sur de Madrid lleva varias temporadas entre los mejores y la próxima jugará la Liga Europa.

El resto de autonomías sólo estarán representadas por un equipo en el curso que se avecina, entre ellos Cataluña. Llama la atención el caso catalán, con el Barça como único representante tras el descenso del histórico Espanyol. El Girona, que se ha quedado a las puertas de volver a la élite, completó el trío de equipos catalanes en Primera tras su ascenso en 2017 y hasta su descenso en 2019. Lejos queda ya la presencia de otros históricos clubes de Cataluña en lo alto, como el Nàstic, el Lleida o el Sabadell.

El Huesca, de nuevo en Primera División, «salva el honor» de Aragón. El Zaragoza, noveno equipo en la clasificación histórica del fútbol español, está anclado en Segunda desde 2013. Y no es porque no lo ha intentado en los últimos años, incluida esta temporada.

Con el Deportivo de la Coruña en Segunda B, Galicia sólo estará representada por el Celta de Vigo durante un tiempo, a no ser que el «Dépor» escale pronto o el Lugo, único equipo gallego en Segunda, dé la sorpresa.

Tres ascensos valencianos más

El fútbol valenciano ha vivido una temporada sobresaliente más allá del ascenso del Elche a Primera División. La vacante que deja el equipo ilicitano la ocupa el Castellón, que ha regresado a Segunda tras una larga travesía en el desierto, concretamente de 10 años. Y a Segunda B vuelve el histórico Alcoyano, al que se suma la gran sorpresa del año en el fútbol ibérico: el ascenso al Atzeneta de Albaida, el equipo de la categoría de bronce con una población más pequeña (1.271 habitantes).