El Levante UD se mudó a La Nucía la pasada temporada para jugar sus últimos seis partidos como local pero ahora podría volver a hacer los bártulos en busca de otro estadio neutral en el que arrancar LaLiga mientras se finiquitan las obras del Ciutat. Aunque la continuidad en el Camilo Cano no está descartada, lo cierto es que ya se están estudiando posibles alternativas debido al estado del césped alicantino, que no ha vuelto a acoger un partido desde el Alcoyano-Atzeneta por el ascenso a Segunda B del pasado 25 de julio. Dos de las primeras opciones en el horizonte son los estadios de Primera más próximos: La Cerámica y Mestalla, eso sí, siempre y cuando Villarreal o Valencia diesen su visto bueno. Hace unos meses también se visitó Castalia y sobre todo el Mini de la Ciudad Deportiva del Villarreal, denegado a la postre por la posición de las cámaras. De momento no hay nada decidido y ni siquiera gestiones oficiales en marcha, entre otras cosas porque cualquier movimiento que pueda hacerse en este sentido se encuentra a expensas de conocer el calendario oficial de LaLiga, un auténtico misterio a estas alturas y motivo del último enganchón entre Rubiales y la patronal de clubes.

Con el anillo ya prácticamente completo en todo su perímetro, las previsiones apuntan a que el terreno de juego del Ciutat estará liberado de maquinaria en cuestión de pocas semanas. De ese modo, aunque los trabajos continuarán en las gradas, en breve se podrá instalar el nuevo césped para que esté listo en el mejor de los casos a partir de la segunda quincena de octubre. Es la fecha del reestreno, aunque a puerta cerrada aún por la crisis sanitaria.

La posibilidad de continuar jugando en el Camilo Cano sigue en la mesa, ya que tal y como reconocen fuentes municipales «el equipo se sintió muy cómodo» y hasta llevó el logo de la ciudad en su uniforme. Sin embargo, la realidad es que en estos momentos el estado del césped preocupa y mucho. Sin ir más lejos, el Derbi amistoso entre Levante y Valencia que iba a disputarse allí este próximo sábado finalmente se ha trasladado a las instalaciones de Pinatar Arena. Responsables de ambos equipos, después de inspeccionar estos días el campo, decidieron que lo mejor era no arriesgar a los futbolistas, tratándose además de un partido de preparación y con peligro de lesiones. Según explican testigos presenciales, a diferencia del tapete de hace un mes, «la superfície ahora tiene demasiada grama», no parece en las mejores condiciones y para más inri no hay tiempo material para ponerlo en condiciones de cara a este amistoso. La cuestión para el club granota es si le compensa de cara al reinicio de la competición volver a mudarse con todo lo que ello conlleva, entre otras cosas la puesta al día del césped con sus propios medios, ya que en esta ocasión no serán seis partidos los que juegue allí sino tal vez solo uno.

Como el resto de equipos, el Levante tampoco conoce su calendario ni tiene la certeza de que el torneo arrancará, como estaba previsto, el 12 de septiembre. Además, el sorteo de las jornadas estará condicionado por distintas variables que pueden facilitar que los granotas no necesiten jugar más de uno o dos partidos de local, desde el parón de selecciones al debut tardío de los europeos. El Real Madrid y el Getafe, los primeros eliminados, empezarán a jugar una jornada después y dos el Barcelona, el Sevilla y el Atlético además del recién ascendido Elche, el último equipo de Primera en dejar de competir.