Cada caso es particular, pero que en tiempos de pandemia el Valencia CF haya dado con un comprador que garantice el pago de 30 millones de euros, más otros diez variables en función de objetivos, pone de manifiesto la valía de Rodrigo Moreno. Un año después de haber estado prácticamente vendido al Atlético por cerca de 60 millones, el delantero titular de la selección española se marcha a un destino entonces inimaginable para él, el Leeds United, un recién ascendido a la Premier que cuenta con el atractivo de Marcelo Bielsa. Precisamente, el entrenador argentino ha sido una figura clave en la operación, haciendo desistir a Rodrigo de sus planteamientos iniciales. Sólo irse del Valencia a un equipo top, preferiblemente en Champions y en la liga española.

Unas semanas después de haber transferido al Villarreal a Francis Coquelin por menos de siete millones y a coste cero a Dani Parejo, el club de Mestalla acordó la venta de Rodrigo con el Leeds por 26 millones de libras, más nueve por objetivos, al cambio una cantidad muy próxima a los 30+10 por los que llegó del Benfica hace seis años. Por encima de lo que el Manchester City ha pagado por Ferran Torres, que concluía contrato en junio de 2021, el atacante hispano-brasileño se sitúa como el traspaso más importante de un Valencia en proceso de liquidación de gran parte del equipo que conquistó la Copa en la temporada del Centenario.

Rodrigo Moreno es el primer gran fichaje de Peter Lim -con un precio de compra superior a 20 millones- que sale rentable o por el que, al menos, se ha recuperado lo invertido. Aunque hace un año pudo haberse ingresado bastante más, el balance económico que deja el jugador nacido en Río de Janeiro es positivo dentro de un mercado en recesión a causa de la crisis de la Covid-19. De hecho, más allá del rendimiento deportivo, Rodrigo puede darse como un fichaje bien amortizado. Toda una excepcionalidad para un inversor que no puede decir lo mismo del resto de sus grandes operaciones, ruinosas en casos como los de Álvaro Negredo, Enzo Pérez o Aymen Abdennour. Los dos primeros se marcharon a Besiktas y River Plate, respectivamente, por 2,5 millones, cantidad irrisoria en comparación a sus precios de entrada en el Valencia: 30 millones en el caso del '9' español y 25 en el del centrocampista argentino. Por su parte, el central tunecino que había aterrizado en el avión privado del empresario se marchó cedido dos veranos después al Marsella para deambular más tarde con otro préstamo al fútbol turco y hoy estar sin equipo. Un fiasco histórico, ni siquiera comparable al de Aderllan Santos, pues el brasileño vino del Sporting de Braga por algo menos de la mitad.

A Peter Lim acabaron por salirle mucho más rentables las apuestas por los jóvenes del Benfica André Gomes y Joao Cancelo, ambos adquiridos tras hacer efectiva una opción de compra de 15 millones, o las ventas de los zagueros Nico Otamendi y Shkodran Mustafi, fichados desde el Oporto y la Sampdoria de Génova por 12 y ocho 'kilos' en el verano de 2014. Los dos lideran en la actualidad, tras Gaizka Mendieta, las ventas históricas del club. Después aparecen los citados Gomes y Cancelo, que se fueron antes de haber cumplido 25 años por cifras cercanas a 40 millones, si bien de André se restaron seis que engrosaron las arcas de Benfica, club de Europa que más ganancias obtiene vendiendo canteranos, más de 310 «kilos» en el último lustro.

Otras transacciones como las de Murillo o Mina, que costaron diez o más millones, también resultaron rentables. Sin embargo, el balance da negativo cuando se trata de dar salida a jugadores por los que el Valencia pagó previamente un dineral. El siguiente ejemplo podría ser el de Jasper Cillessen, al que se valoró en el cambio por Neto con el Barça en 35 millones. Un movimiento hecho a consecuencia de la incompatibilidad de Marcelino con el meta ex Juve. Hoy se busca destino al holandés con tal de aligerar el alto coste, más de diez millones, que genera la amortización del fichaje y el salario en bruto. Por ahora, no hay ninguna oferta convincente. En julio Ezequiel Garay se marchó libre con 33 años, sin renovar y ultimando la recuperación de una grave lesión de rodilla, aunque como Parejo o el mismo Rodrigo, habiendo sido clave en el equipo que logró dos clasificaciones Champions y sus derivaciones en el terreno económico.

En el pasado el Valencia tampoco pudo igualar con ventas las grandes inversiones realizadas con las contrataciones de Pablo Aimar (21 m., 2001) o Joaquín (25 m., 2006), que dijeron adiós solo por 11 y 4,3 «kilos», respectivamente.