El Valencia ha sido puesto en almoneda, venta de bienes a bajo precio, por el accionista mayoritario, Peter Lim. No hay un solo jugador que pueda acostarse esta noche con el convencimiento de que mañana se levantará perteneciendo al club. Los jugadores están en venta independientemente de su condición de profesional con calidad de primer orden. Rodrigo ha sido el último en dejar Mestalla. Maxi Gómez está en el andén camino de Barcelona. Esta situación tan anómala hace pensar que el Mestalla volverá a jugar en Primera. Vendidas las principales figuras no habrá otro recurso que recurrir a futbolistas de casa que ahora no son tan validos como los que encumbraron al C.D. Mestalla.

El filial valencianista, en 1952, subcampeón del Grupo Sur de Segunda División, entonces la categoría estaba dividida en dos, ganó el derecho al ascenso ante Logroñés, Ferrol, ciudad que entonces no era de todos, Alcoyano, Gijón y Santander. El decreto de castellanización hizo que los Racing, Ferrol y Santander y Sporting perdieran su nombre de la partida de nacimiento. El Mestalla con Timor; Ibáñez, Juan Ramón, Domínguez; Sendra, Mangriñán, Mañó, Fuertes, Sócrates, Pla y Valderas logró el ascenso. En el último partido apabulló a los riojanos con cinco goles de los que cuatro fueron obra de Tonico Fuertes.

El Mestalla no jugó en Primera porque, en teoría, no tenía campo propio y podría haberlo hecho en Vallejo. Pero a Luis Casanova, presidente, le pareció ilícito que un club tuviera dos equipos en la misma categoría lo que presuponía que el mayor partía con cuatro puntos de ventaja (entonces las victorias valían solo dos puntos). Casanova dijo en alguna ocasión que, además, tuvo presiones políticas porque no gustaba que una misma entidad dispusiera de dos conjuntos en la misma categoría. Cuatro años después, el Condal, filial de Barça, si ascendió y jugó en Primera.

Aquel Mestalla que no pudo confirmar lo que había ganado en los terrenos de juego si ascendió al primer equipo: Ibáñez, Sendra, Mangriñán, Mañó, Fuertes, Sócrates y Pla se ganaron un puesto en los buenos años valencianistas. El Mestalla que ahora va a componer Lim ni se parecerá al que lideró Carlos Iturraspe y bendijo la grada del campo.

Lim, del que siempre se ha dicho que es un gran empresario, está vendiendo a precios de ganga a los mejores e incluso al capitán, Dani Parejo, lo ha regalado al Villarreal. Con éste también ha viajado al Madrigal Coquelin, aunque por él se ha pagado modesta cantidad. Y desgraciadamente está descomponiendo la plantilla y ni siquiera mantendrá a los mejores de la casa porque aún no se puede afirmar que Gayá se quede en Mestalla.

Rodrigo valía, según Lim y su consejero aúlico Jorge Mendes, 60 millones de euros la pasada temporada cuando lo quiso fichar el Atlético de Madrid. Cantidad similar se pidió al Barcelona en invierno cuando necesitó contratar un delantero centro. El gran empresario, el de los grandes negocios de Singapur, ha vendido a Rodrigo al Leeds United por cantidad que no llegará a los 40 millones.

Koeman le ha hecho una faena porque ha decidido quedarse en la plantilla barcelonista a Jordi Alba. Si no hubiera habido esta decisión, Gayá estaría camino del Camp Nou. Ferran Torres fue el primero en salir y ya se dijo entonces que no sería el único.

La afición valencianista se desespera porque ve que le están dejando con lo puesto. Salvo que la cantera mejore el equipo, el Valencia no luchará por ocupar puestos europeos, sino para ocupar un lugar en el que el descenso no esté demasiado cerca.

El Valencia está pasando por un problema económico que podría derivar en concurso de acreedores, en el menos malo de los casos, y de seguir el camino emprendido, el club podría terminar en disolución. En tales circunstancias se da el dramático caso de que en la ciudad no hay empresarios que den un euro por recuperar la posesión de la entidad. En situación tan precaria el Ayuntamiento de la ciudad ya ha avisado a Lim de que ha de dar rápida respuesta para la terminación del nuevo estadio. Lim se ha dedicado a incumplir todas las promesas que hizo y de ello hay algunos individuos directamente responsables: Amadeo Salvo, que presidía el club e hizo lo posible para que fuera la propuesta de Lim la que saliera vencedora, y Aurelio Martínez que presidia la Fundación que dio el visto bueno a la operación.

Posdata. Los actuales especialistas en fichajes están buscando cesiones. Como un club sin su historial. Un Mestalla sin color valenciano.