Carlos Soler está perfectamente. Con una «salud de hierro» como asegura su círculo más cercano. El jugador del Valencia CF trabaja en su domicilio particular en dobles y triples sesiones físicas a la espera de que las pruebas médicas permitan su reincorporación a la dinámica de trabajo enPaterna. El centrocampista del Valencia se siente muy bien, sin síntoma alguno, en permanente contacto con Javi Gracia y su cuerpo técnico para potenciar su estado físico desde casa y está a la espera de resultados médicos para esclarecer sus últimas pruebas no concluyentes de Covid-19 y retomar la pretemporada con normalidad junto al resto de compañeros. Es su deseo y el de todo el Valencia.

Carlos Soler fue uno de los dos futbolista de la plantilla que dieron positivo en los test PCR del pasado 10 de agosto. El otro, como ya es sabido, era Geoffrey Kondogbia. El club activó el protocolo de LaLiga y aisló a los dos jugadores siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Carlos cumplió rigurosamente las tres semanas de cuarentena y se sometió a los dos test que establece LaLiga en su protocolo para incorporarse al grupo.

Soler dio negativo en las dos pruebas y regresó a Paterna el lunes 31 de agosto para retomar la actividad con el grupo. Cualquier ciudadano hubiera hecho vida normal después de encadenar dos negativos en las dos últimas pruebas. Sin embargo, el protocolo de LaLiga exige un control exhaustivo de los futbolistas de élite. Carlos se sometió a un nuevo test PCR el martes por la mañana antes de su segundo entrenamiento con el grupo y sorprendentemente el resultado esta vez no fue negativo.

En el club consideran que existe un error y que las pruebas no son concluyentes porque se trata de un «falso positivo». El problema es que LaLiga no tiene un protocolo establecido para este caso inédito en el fútbol español.