La selección española, renovada por Luis Enrique con una hornada de juventud y descaro, debe confirmar hoy las sensaciones dejadas en la visita a Alemania, con el empate in extremis -con gol del valencianista José Luis Gayà- en el estreno de la Liga de Naciones, ante la Ucrania de Andréi Shevchenko que lidera el grupo, un choque donde España llega tras doce partidos sin perder.

Con poco ruido dentro del campo y algo más fuera durante ese tiempo, -tras el desenlace entre Robert Moreno y Luis Enrique- en el segundo encuentro oficial desde su regreso, el técnico asturiano buscará silenciar el eterno debate de la falta de pegada y convencer. La apuesta del seleccionador por jóvenes valores, tendrá su continuidad tras el estreno en la absoluta de Ansu Fati, Merino, Ferran y Óscar Rodríguez. Todo apunta a la titularidad de Sergio Reguilón en el lateral izquierdo, pero no a la de Adama Traoré, que se cae de la convocatoria de nuevo por un nuevo resultado del test PCR que «no es totalmente negativo.

En la búsqueda de la evolución del estilo con la presión alta que pide Luis Enrique, la velocidad en la posesión y la verticalidad, aparecen por la selección nuevos nombres que se entremezclan con la vieja guardia. De ella se comienza a dudar en el exterior de Sergio Busquets y ante cualquier mínimo ataque tanto el seleccionador como los jugadores, salen en defensa de un referente. Se juega el puesto con Rodri, su recambio natural y el futuro de la Roja en el mediocentro donde 'Busi' hizo historia en la generación de oro que lo ganó todo.

Mientras, un nombre se ha convertido en el protagonista positivo, Ansu Fati. Con 17 años se convirtió en el segundo futbolista más joven en debutar en la historia de la selección y demuestra que es un futbolista diferente. Ante Ucrania buscará ser el récord de ser el goleador más pequeño y lo intentará frente a una selección plena de confianza después de clasificarse brillantemente para la Eurocopa y arrancar esta semana la Liga de Naciones con una sufrida victoria ante Suiza (2-1).

Shevchenko, cuya selección se clasificó para la Eurocopa por delante de la Portugal de Cristiano , ha logrado hacer olvidar las rencillas provocadas por la guerra en el Donbás. Además de traer la paz al fútbol ucraniano, ha introducido sangre joven en un equipo, que se caracteriza ahora por su verticalidad y sus transiciones rápidas.