Quedan dos semanas de carrera, dos semanas de ilusiones, dos semanas de Tour. Es un mundo en el que, coronavirus mediante, puede ocurrir de todo. Y si alguien se pone en la piel de Mikel Landa, la opción española para pelear por todo en esta carrera, un ciclista muy lejos de ser un tipo arrogante sino más bien prudente, y escucha sus palabras en la jornada de descanso, pues puede creer que, aunque la hazaña es muy difícil, no es imposible del todo.

Landa quiere pelear no solo por el podio, sino por la victoria en el Tour. «Quedan dos semanas de carrera y a los rivales los he visto muy fuertes. ¿El jersey amarillo? Es un reto difícil, pero no es inalcanzable. Tengo muy buenas sensaciones y creo que conforme pasen los días se irán confirmando o iré a mejor. La pena fue perder ese tiempo tan valioso por culpa del viento».

Ayer, en cambio, tuvo tiempo de descansar, como el resto del Tour, al margen de someterse a las pruebas PCR, que se conocerán esta mañana. Si un equipo presenta dos contagios, sean o no ciclistas, se verá fuera de carrera. «Confío en que no haya ningún susto porque creo que todos los equipos estamos tomando precauciones y haciendo las cosas bien». Por ejemplo, el encuentro de Landa con los periodistas desplazados al Tour no fue de forma presencial, sino por videoconferencia. El contacto físico con los protagonistas de la prueba está restringido al máximo para evitar cualquier riesgo de contagio hacia los corredores.

Landa tiene hoy un complicado examen en la denominada etapa insular, puesto que se sale de una isla (Oléron) y se llega a otra (Ré), el lugar que escogió la selección española de fútbol para pernoctar durante la disputa en Francia de la Eurocopa 2016.

La montaña regresa el viernes con la segunda y última visita al Macizo Central, aunque la etapa importante de esta semana se reserva para el domingo con la ascensión al Gran Colombier, en los montes del Jura, antes de descansar en Grenoble, para adentrarse ya plenamente en territorio alpino y jugarse la suerte definitiva en este Tour 2020. A Landa solo se le podría decir aquello de que la fuerza lo acompañe.