Róber Pier y De Frutos han sido cada uno por la parte que le toca las auténticas revelaciones del Levante durante la pretemporada. Tanto es así que a base de buenas actuaciones incluso podrían tener como recompensa la titularidad. El central, que volvió a jugar a última hora, ha estado muy entonado tras un curso en blanco. Y el extremo, que viene de destacar con el Rayo en Segunda, ha sido la gran sorpresa por las buenas maneras que se le han visto y su dosis de desequilibrio por banda. En un once condicionado a las primeras de cambio por las lesiones de futbolistas tan importantes como Vezo, Rochina y Roger, uno por línea, los dos llevan números para ser protagonistas desde el arranque. A ello hay que sumar que Bardhi y Vukcevic vienen de una semana de selecciones y que con los fichajes lo que se ha conseguido es aumentar el fondo de armario antes que las alternativas para el equipo inicial. Vezo está en el dique seco desde antes del amistoso contra el Valencia en Pinatar por culpa de una rotura de cuádriceps. Precisamente en su ausencia es cuando a Róber se le ha visto en mejores condiciones para el relevo. Tal y como se demostró después de tres cesiones al quedárselo en propiedad tras un tira y afloja con el Dépor, para el Levante es una apuesta de presente y su recuperación es la mejor de las noticias. A Paco López le gusta mucho de él su posicionamiento y salida de balón y lleva muchos mercados, de ahí que no se haya fichado a ninguno, insistiendo en que no es fácil encontrar a un central de nivel superior. De hecho es lo que piensa de los cuatro que hay en nómina, incluido el costarricense Duarte, otro que ha salvado el corte por esa misma circunstancia. Debido a las necesidades del momento, Duarte llegó a jugar infiltrado y tuvo la desgracia la pasada temporada de lesionarse en su mejor momento. Las peculiares condiciones del actual plazo de fichajes y su rendimiento en pretemporada han hecho el resto para que se gane un sitio en la plantilla y que además tenga protagonismo. Una de las posibildades es que Sergio Postigo, que ha arrastrado molestias, la ceda el testigo. La presencia de De Frutos es el otro gran aliciente que puede deparar un once sin más caras nuevas que la suya. Bardhi sería el damnificado por la efervescencia del extremo, un perfil de futbolista diametralmente distinto, encarador y explosivo.