Javi Gracia ha sabido ganarse la confianza de la plantilla. No es nada nuevo. Existe conexión entre el entrenador y sus jugadores desde la primera semana de entrenamientos en Paterna. Del técnico gusta su exigencia, sus ideas claras, su metodología de trabajo, su preparación física, su cercanía en el trato y la valentía con la que está afrotando todas y cada una de las piedras que ha encontrado por el camino en su primer mes al frente del banquillo. Desde que dio la cara por los futbolistas en el asunto de los pagarés cuando apenas los conocía hasta su apretón público a la propiedad por la ausencia de refuerzos a las puertas del estreno en LaLiga. Gracia agrada en todo. La única incógnita por despejar era su comportamiento durante un partido de competición. Había que ver cómo se manejaba en la toma de decisiones bajo presión. El técnico no defraudó. Todo lo contrario. Su charla y sus ajustes al descanso, así como su triple cambio entrada la segunda parte convenció (aún más) a la plantilla. Javi demostró desde el primer día que sabe leer y cambiar partidos. Y no todos los técnicos tienen esa capacidad de salirse del plan inicial y cambiar sobre la marcha. Es un don de entenador. Es su última gran conquista en un vestuario del que cada vez es más líder.

Gracia reunió a sus once jugadores titulares en el descanso -los suplentes calentaban en el césped por el nuevo protocolo de LaLiga- para ajustar el sistema defensivo, retocar algunas posiciones y modificar la forma de presionar la salida de balón del Levante. Funcionó. «En el descanso Javi Gracia habló con nosotros nos posicionó mejor en el campo e hicimos una segunda parte mejor que la primera», elogiaba Gabriel Paulista tras el partido. Igual de importante fue la charla emocional. Gracia recordó a sus jugadores que tenían capacidad para remontar el partido como habían hecho contra el Villarreal y el Cartagena en pretemporada y que no podían bajar los brazos. Así lo desveló Maxi Gómez en zona mixta. «Creo que además las palabras del míster en el entretiempo fueron fundamentales. El míster siempre nos dice que tenemos que ir para delante. Nos dijo que siguiéramos, que no bajáramos los brazos. Nos recordó que en pretemporada también se nos pusieron partidos en contra y los remontamos Y esas palabras del míster nos ayudaron a la victoria». Ya en la segunda mitad ejecutó una triple sustitución para ganar el partido con el despligue físico de Uros que había perdido Vicente Esquerdo, la profundidad por banda de Denis Cheryshev que no tuvo Gonçalo Guedes y el aire fresco en ataque de Manu Vallejo que faltaba para culminar la remontada. Un triple cambio redondo que vale tres puntos. Javi redondeó su primera gran noche rebajando el tono de su petición de fichajes y dando valor a todos los componentes de la plantilla. Por si alguno de los jóvenes se sintió aludido con sus declaraciones del viernes. «Quiero compartir el valor de la victoria con todos los jugadores, el resultado de hoy es gracias a toda la plantilla». Sus palabras en rueda de prensa no son casualidad. Gracia controla todo.