Jeison Murillo es en estos momentos el objetivo del Valencia CF para reforzar el centro de la defensa y satisfacer así una de las peticiones más urgentes de Javi Gracia, un central y un mediocentro. Son dos carencias que se hicieron especialmente visibles en el Derbi que supuso el estreno en LaLiga, a pesar de que el equipo acabó ganando el partido por 4-2. El central colombiano se marchó a la Sampdoria mediante una cesión con opción de compra obligada que el club italiano ejecutó el pasado mes de enero, para cederlo posteriormente al Celta de Vigo hasta final de temporada. El club tiene el sí del futbolista para regresar y el fichaje está en la negociación con los italianos, que están pidiendo un millón de euros por la cesión. El jugador, que no entra en los planes de Claudio Ranieri en la Sampdoria, aterrizaba este domingo en Manises para pasar unos días con familiares y amigos, pero la opción de que se acabe vistiendo de nuevo la camiseta blanquinegra está ahora mismo sobre la mesa y podría convertirse en el primer fichaje para la temporda 20/21. Sobre la mesa de Peter Lim, que es quien tiene que decidir si la operación va adelante o no a propuesta del área deportiva del club. La situación no deja de ser curiosa y genera dudas porque, cuando el Valencia CF decidió prescindir de Murillo, al que había fichado del Inter de Milán por unos 13 millones de euros, la explicación que dieron al máximo accionista fue que, además de haber tenido un rendimiento por debajo de las expectativas, era un jugador que no generaba buen ambiente en el vestuario. Ahora, en el Valencia CF están dispuestos a darle una nueva oportunidad. De hecho es un tema que el club de Mestalla lleva días trabajando, antes de los ´horrores´ defensivos del choque ante el Levante UD.