Los comienzos nunca fueron sencillos y el Villarreal se encuentra experimentando esa sensación. Aunque las nuevas etapas se afronten con la ilusión y emoción de querer saber qué deparará el futuro de manera impaciente, los pupilos comandados por Unai Emery se encuentran con la responsabilidad de hacer frente a un devenir cuyo punto de partida comenzó con cierta inestabilidad. El empate en la jornada inaugural frente a un recién ascendido como el Huesca dejó varias asperezas por limar, ya que se cometieron errores que lastraron al conjunto de la Plana Baixa en etapas anteriores y faltó empuje por parte de la plantilla en momentos de adversidad futbolística. Sin embargo, empezar de cero un proyecto, sea de la índole que sea, merece paciencia y serenidad. Calma y tranquilidad. No en vano, el fútbol, de lo único que entiende, es de resultados y golpes de efecto. En el segundo asalto del que será una carrera de fondo, en clave amarilla, por lograr objetivos acordes a la exigencia del club, la plantilla ´grogueta´ recibe al Eibar (16 horas) con los brazos abiertos para sumar tres puntos que disparen la autoestima a grandes niveles. Sobre todo, con vistas al Camp Nou. Una prueba de fuego para medir los objetivos que se respiran en La Cerámica. En un cuadro donde los laterales andan a medias en cuanto a efectivos, la noticia más positiva fue el fichaje de Pervis Estupiñán. Lo anheló Emery desde que sonó y ya lo tiene a su disposición para exprimir todo el potencial que atesora. Si finalizó la campaña anterior como un avión, de la misma manera entró en los planes del técnico de Hondarribia. Hasta el punto de que, incluso, puede partir desde la casilla de salida. Con un Coquelin agradecido de no tener una lesión de gravedad tras dar el susto la semana pasada y con Peña lesionado, el francés es duda delante de un cuadro donde resalta Kevin Rodrigues. El defensa, como su homólogo amarillo, ha caído de pie en los planes de Mendilibar y apunta a ser importante apenas una semana después de cerrarse su incorporación en clave armera. Y más, al tener a José Ángel ´Cote´ con una rotura en el ligamento cruzado anterior.