Javi Gracia transmite la sensación de que se ha cansado de hablar de mercado. Desde su llegada han pasado dos meses en los que en el Valencia ha consumado seis bajas sin ningún recambio. A menos de diez días para el cierre del mercado, y con la Liga acelerando en la próxima semana, el hastío del técnico navarro está justificado. Desde su polémica rueda de prensa del 11 de septiembre, el ex del Watford ha respondido más de 30 preguntas referentes al capítulo de fichajes: Nombres de futuribles que quedaron en nada, salidas, urgencias, reuniones u objetivos con una plantilla por cerrar... Todo eso, mientras tanto, ningún responsable de la planificación deportiva contestó ni una sola cuestión en rueda de prensa, limitándose a un vídeo del consejero José Luis Zaragosí, o a alguna frase suelta del presidente, Anil Murthy, en un par de actos.

En la previa al choque con el Huesca, el mercado volvió a acaparar buena parte de la conferencia. La tercera pregunta fue directa sobre Étienne Capoue. El entrenador, sin embargo, obvió el nombre en particular para contestar en términos generales: «Ya hemos hablado de eso. No sé lo que va a pasar. No estoy al tanto de las negociaciones actualmente. La confianza la sigo teniendo y la tendré hasta el último día. Bastante tengo con estar centrado, en una semana con tres compromisos importantes, en sacar el mejor rendimiento a esta plantilla. Además, prefiero no individualizar en nombres de futbolistas que no están aquí, que no sé si van a ser nuestros o no. Esas son preguntas para otras personas, no para mí».

Javi Gracia mantiene la fe hasta el 5 de octubre, día del cierre, pero ha cedido el testigo a Meriton. «Hablé con algunos jugadores para que pudieran venir, facilitar al club que no encontraba opciones. Di ese paso con el ánimo de ayudar y tener más opciones, pero de un tiempo a esta parte no he hablado con ningún jugador y ya no lo voy a hacer». El técnico dice que va a «centrarse» en mejorar el funcionamiento defensivo del actual Valencia. Por ahora no ha llegado nada de lo hablado en las reuniones de los primeros días de agosto, en las que se marcó una hoja de ruta en cuanto a fichajes, dentro de las limitaciones económicas, para que las bajas sufridas no debilitasen excesivamente al equipo. Portero, si salía Cillessen, un lateral derecho, dos centrales, dos mediocentros, un extremo y un delantero. Ni siquiera, las necesidades revisadas a la baja del mediocentro y el central.

«No sé cuántos vendrán. Cuando analizamos la situación había una serie de posiciones en las que era indispensable traer jugadores... El club ya lo sabe y trabaja en ello desde hace mucho tiempo. Espero que se pueda concretar en próximos días. El proceso está resultando lento, hemos competido en dos partidos de Liga y cuando se cierre el mercado serán cinco. Me gustaría tenerlo cuanto antes», comentó el técnico, que admite no sentirse a gusto como ‘portavoz’ del club en lo referente al mercado: «No me gusta mucho, prefiero explicar cosas relativas al juego. Pero entiendo el interés y trato de dar respuesta a lo que sé. Me guste más o menos, ya manifesté al club mi opinión. De un tiempo a esta parte dejé claro que me quedaba al margen. Cuando comenté lo que comenté en aquella rueda de prensa dejé clara mi posición, lo mejor es centrarme en lo mío y cuando se me quiera consultar algo... pues yo paso 11 horas en la Ciudad Deportiva. Estoy abierto a dar mi opinión y ayudar. Mi trabajo en esta situación es tratar de sacar rendimiento a los jugadores que tengo».

El entrenador mantiene su idea de que la llegada de los refuerzos va a hacer «a todos» sentirse «mejor» al verse «con más opciones de competir». «Nos ayudará a crecer como equipo y será una mejora para los que están», aseguró convencido de que los fichajes también son esenciales para hacer más competitivo a un grupo que ve «bien de ánimo» y «con una ilusión tremenda de ganar al Huesca» en un partido que espera de «intercambio de goles».

A pesar de las dificultades de mercado que ha encontrado, Gracia reitera su «orgullo» de haber fichado por el Valencia CF a finales de julio. ¿Habría aceptado entonces sabiendo como estarían ahora? «No me voy a poner la mano en el corazón –bromea con la petición del periodista–, pero para mí es un orgullo ser el entrenador de esta institución. Con mi trabajo voy a tratar de ayudar en la medida de lo posible a alcanzar los mejores resultados y objetivos. Tengo jugadores de gran nivel y valoro mucho el convivir con jugadores internacionales. Y todo es mejorable, estamos en un momento en que la plantilla debe mejorarse para competir por metas acordes a lo que, para mí, es y debe ser el Valencia. Todos los clubes que he entrenado son grandes. El Valencia es otro paso en mi carrera, tiene más títulos que otros de los clubes que entrené. Pero la grandeza de un club no solo está en la historia y en el pasado, sino en las personas que lo conforman. Las personas que, hoy en día, están en torno a mí me demuestran lo grande que es el Valencia, por lo tanto, van a hacer que yo esté orgulloso de estar donde estoy, y con la confianza de que podamos hacer aún una plantilla con la que competir mejor», explicó extensamente.

A falta de refuerzos, el míster pamplonés se aferra a lo que hay. Un grupo que afronta los partidos «todos a una», lo que le hace confiar en «buenos resultados» y la esperanza de que no haya más salidas. «Hoy lo que sé es que no hay salidas, que van a seguir conmigo todos los jugadores... Eso sí, no sé que comunicaciones tiene el responsable de las salidas», añadió sin querer «especular» ni pecar de optimismo sobre un terreno, el de las altas y las bajas, en el que ya no está metido.