Luis Suárez ha caído de pie en el Atlético de Madrid. Sus dos goles y una asistencia en 20 minutos de juego redondearon una poderosa puesta de escena de sus compañeros ante el líder de LaLiga Santander, el Granada, al que ganaban 3-0 antes de la entrada del uruguayo, con quien doblaron el resultado a 6-1.

Hace una década, las gradas rojiblancas del ya extinto estadio Vicente Calderón tenían un grito recurrente cuando el balón se acercaba a la portería contraria: «¡uruguayo!». Eran los tiempos de Diego Forlán, única ‘Bota de Oro’ de la historia del Atlético. Con la llegada de Luis Suárez, las expectativas eran altas, pero no tanto como para esperar un arranque como este en el Metropolitano, que habría gritado «¡uruguayo!» si no estuviera vacío por la emergencia sanitaria.

Suárez, que en su veloz presentación del sábado se mostró dispuesto a ganarse «un espacio» en el museo rojiblanco al ver la camiseta del ‘Cacha’ Forlán, no pudo iniciar su andadura de una mejor manera.

No solo su llegada al Atlético de Madrid tuvo efecto en sus compañeros de delantera, que ya llevaban un 3-0 en el minuto 70 cuando ingresó, sino que cuando lo hizo en el minuto 70 en lugar de Diego Costa, facilitó una asistencia a Marcos Llorente para el 4-0 y marcó el 5-0 de cabeza y el 6-1 de disparo cruzado. Hasta entonces vio desde la grada como el resto de sus compañeros de ataque dejaron claro que no van a facilitar la elección al entrenador argentino Diego Pablo Simeone.

Costa marcó de cabeza en la primera opción que tuvo en el minuto 9, Correa asistió el primer gol y marcó el segundo en el inicio de la segunda mitad, Joao provocó un penalti, dio el pase del 2-0 y anotó el tercero, y ya con Suárez en el césped, Marcos Llorente hizo el cuarto precisamente a pase del charrúa.

Todos ellos contribuyeron a desarbolar al hasta ahora líder de LaLiga Santander, un Granada que era el único equipo invicto del campeonato hasta su visita al Wanda Metropolitano, el primer envite liguero para el Atlético, que se incorpora al campeonato en esta tercera jornada por haber disputado la Liga de Campeones en Lisboa. Con su actuación, allanaron el estreno de un Luis Suárez que se presentó en el Wanda Metropolitano con apenas dos entrenamientos con el conjunto rojiblanco. El uruguayo entró en el césped con la camiseta de juego en la mano y aplaudiendo a su nueva casa, aún vacía de aficionados por la emergencia sanitaria.